CAPÍTULO 22🍂

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Al día siguiente....

GRUPO LOMBARDI.

—Necesito que me informes

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—Necesito que me informes...—Veo a Santiago seriamente.

—Sé que sabías del plan de huida de la señorita Gema... Pero necesito explicarte lo sucedido ese día.—Me senté mejor viéndolo fijamente.

—Entonces te escucho.—Pedí con paciencia.

—Yo le hice entrega a Gema de los nuevos pasaportes y dinero en efectivo. Le dije que la llamaría una vez que su abuelo saliera del hospital.—Aarón asiente y con los ojos me pide seguir hablando.—Cuando pasó el tiempo oportuno me fui de la sala dejando a los médicos a cargo para llamarle a Gema. Supongo que en ese momento aún no habías llegado.—Vuelve a asentir.—De ahí Lombardi.... Todo cambió tan repentino... ¡Todo fue tan rápido! ¡Tan extraño!—Me levanto ansioso tapando mi boca con mi propio puño para calmar las ganas de llorar.—Yo di la orden de que tus hombres despejaran la sala, de un momento a otro ellos regresaron, pensé que el alboroto de los médicos era por ellos ¡Y no! ¡Todo lo contrario! Se trataba del abuelo de Gema...—Limpio una lágrima y me senté de nuevo suspirando amargamente.—Lo vi morir con mis propios ojos...—Murmuro ronco.

—La seguridad, las cámaras y nadie más estaría excepto de los médicos...—Golpeo con mis dedos el escritorio suavemente.

—Eso es correcto...—Afirmé su teoría en seguida.

—A menos que uno de ellos no sea médico.—Me levanto y camino hacia la ventana de mi oficina.

—¿Qué quieres decir?—También me levanté y llego a su lado.

—Valentino no murió de manera natural... Estoy cien por ciento seguro de que fue asesinado.—Eleva una ceja furioso.

—Gema no tiene enemigos... Y eso sería...—No sé qué palabras ponerle a la situación.

—Es algo macabro... Lo sé...—Murmuro.—Pero... ¿Quién pudo hacerlo?—Me pregunté a mí mismo.

Aarón acertó una. Uno de ellos no era médico y el quién pudo haber sido, él lo descubriría.

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MANSIÓN LOMBARDI.

JARDÍN.

Gema bajó a desayunar tranquilamente al jardín de la mansión, por suerte no había nadie que la molestara. Sin embargo...

—Hola Gema...—Sol llegó luciendo fresca y relajada.

Gema rueda los ojos discretamente mientras corta un pan.

—La última vez que le vi no fue nada agradable. ¿Qué quiere ahora?—La vi con fastidio.

—Sí tienes razón... Me apena lo de tu abuelo.—Finge lástima.

—No tiene porqué sentir pena ajena señorita Sol...—Corto una fruta y la como despacito. No quiero verla.

La Bella y La Bestia. ¡Entre el amor y la venganza!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora