Capítulo 5: Complicado

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Ahora mismo en una pradera, nuestros protagonistas estaban en un día de caza, aunque, había algo inusual en uno de ellos, físicamente hablando.

_Jotaro-sama!_ La voz de una chica llegó a los oídos del azabache

El se encontraba revisando algunas cosas en su ventana de estadísticas, hasta que vio a alguien conocido para él acercándose a su dirección.

_Que sucede?_ Jotaro dijo con su típica mirada dura y seria hacia la chica

Ella tenía en sus manos el cadáver de una criatura que mató recientemente, y ella lo sostenía feliz.

_Lo logré!_ La chica alegre informó

_Bien hecho Raphtalia_ Dijo Jotaro con tranquilidad, mirando a su compañera que estaba sonriendo

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_Bien hecho Raphtalia_ Dijo Jotaro con tranquilidad, mirando a su compañera que estaba sonriendo

_Y? Ahora que haremos?_ Preguntó la chica mirando curiosa a su amo

_Volvamos a la ciudad, necesitas un nuevo equipo_ Jotaro dijo serio, a lo que ella asintió en acuerdo

Ya había pasado una semana exactamente desde que se encontraron con aquel monstruo perro de dos cabezas, en eso Jotaro y Raphtalia habían seguido como antes, haciendo trabajos, entrenando y haciéndose más fuertes, subiendo grandes cantidades de niveles.

Además, algo que dejó sorprendido al Kujō es el hecho de que su compañera haya crecido tan de repente, no pasó ni un mes desde que la acogió, y ya aparentaba tener 13 o 14 años, cuando antes tenia 10 nada más.

_Yare Yare...(Esto debe ser producto de su funcionamiento diferente a los de los humanos comunes, sino no me explico...)_ Jotaro pensó mirando a un costado suyo a Raphtalia que caminaba a su lado

Aunque, no sólo paró allí, la chica desde hacía unos días, gracias a su terquedad adquirida, había estado preguntando hasta el cansancio sobre aquel poder suyo, era algo que la carcomia en las noches según sus palabras, y no tuvo otra opción más que decirle.

Le contó que además de venir de otro mundo, en aquel lugar el había desarrollado una especie de superpoder, un Stand, le contó sobre que eran, espíritus de combate que ciertas personas podían tener, siendo el uno de ellos, aunque claro está, ella no podía verlo, y tras ello le explicó que solp otro usuario podía ver el de alguien más, la verdad a ella le costó un poco entender y acostumbrarse a que las cosas de vez en cuando salieran volando o fueran golpeadas por Star Platinum, sin embargo no le molestaba, le gustaba que su amo fuese alguien increíble.

Ahora estaban en el taller de Erald, el cual miraba asombrado a la cambiada semihumana.

_Vaya, enserió casi ni te reconocía, has cambiado mucho desde la última vez, eres toda una señorita, y que han estado haciendo?_ El viejo preguntó sonriendo

_En la posada me enseñaron a comer con educación en la mesa, quise hacerlo con modales como Jotaro-sama_ Raphtalia dijo sonriendo

_Ya veo, ya no eres la misma enana que entró aquí la primera vez_ Se burló Erald

JoJo: Tate no Yuusha Donde viven las historias. Descúbrelo ahora