GOTAS

Corazón

Mi corazón late a una velocidad aterradora con el paso de los minutos, tan fuerte que casi no puedo escuchar mi alrededor. Estoy en el suelo del desván de Anne, siempre pareció una joven calada pero no tonta. Es la mejor para conseguir cualquier cosa que se proponga, no sé a día de hoy ni como lo hace. Me levanto con cautela ya que, mi cabeza, aun daba vueltas de la dosis de LSD que Anne había conseguido para mí y mi grupo de "amigos". 

Camino hacia puerta y escucho una conversación en el piso de arriba que se va aproximando de manera apresurada. Al pasar el minuto alguien peta en la puerta agresivamente y grita que abramos, que es la policía. 

Busco a Anne con desesperación pero no está en la estancia. Intento salir por el pequeño tragaluz del desván pero está bloqueado. La realización despierta mis sentidos, se escapó porque sabía el que iba a pasar y los dejó encerrados para que nos mataran. 

Ya rendido abro la puerta y un arma ya se encuentra en mi frente, me caen lágrimas de impotencia y después nada. La tranquilidad y la pena inundan la oscuridad que se acerca la gran velocidad. Mi corazón se detiene.