Hefesto renacido en un mounstro

Una.. propuesta.. interesante

Hefesto seguía en su fragua, pero ya no estaba sentado en el suelo sino que estaba sentado en una linda y cómoda silla echa con la mejor madera del Olimpo.
Pero siguiendo con el tema que nos importa, nuestro dios favorito se encontraba viendo todavía el libro en sus manos, hací que sin más lo abrió en la primera página.

Hací se la pasando leyendo un buen rato ese libro, además le pareció muy interesante, ya que le llamaba la atención y era que, "¿Cómo era posible que solo por medios de rituales o hechizos un humano pudiera alcanzar la inmortalidad?", eso sin duda era muy impresionante pero ala vez peligroso ya que si este libro cayera en la manos equivocadas podría no solo causar un grave problema a la tierra, sino que también al Olimpo, sin mencionar que le causaría unas de sus escenas a la reina del drama.

Pero pudo seguir estando en tranquilidad leyendo su nuevo libro ya que escuchó que alguien tocó la puerta de su fragua, sin más el colocó el libro en un estante escondido y se dirigió hacía la puerta abriéndola viendo que quién toco la puerta era Hermes la mensajera de los dioses y se podría decir que su hermana, pero lo importante era que ella estaba con una cara medio irritada.

Que sucedió, Hermes?- pregunto tranquilo y curioso alá vez el único hombre que estaba allí.

Llegas tarde a la reunión que convocó Zeus, por eso estoy aquí ya que me ordenaron que te viniera a buscar- dijo irritada.

Oh, lo lamento parece que no me di cuenta, dame un minuto te daré algo por las molestias- dijo para que entre rápidamente a su forja

Hermes paso de estar irritada a curiosa y se preguntaba "¿Que es lo que quiere darme?", pero no pudo seguir con su línea de pensamiento ya que hefesto había llegado con unas hermosas botas de metal divino con un dibujo de alas a sus lados.

Toma, te lo hiba a dar en una semana pero por las molestias te lo doy en este momento- dijo con una sonrisa amable, Hermes tenía estrellitas en sus ojos y dijo.

Bueno, que tal si las probamos- dijo con una sonrisa pícara y se colocó las botas rápidamente y agarró a hefesto y se lo llevó a cuestas al pobre herrero el cual estaba sorprendido por la repentina acción de la diosa.

Una vez ya llegaron a la reunión, está pasó de forma normal asta que se tuvieron que ir cada uno a sus respectivos templos o cumplir sus responsabilidades como dioses.

Hestia miró a hefesto el cual ya se estaba por ir, pero antes le dijo.

Hefesto podemos ir a hablar?- pregunto amablemente como siempre la diosa del hogar.

Uh? claro tía hestia- dijo tranquilo.

Una ves ya estuvieron en un lugar privado hestia miró un poco preocupada a su sobrino favorito y le preguntó.

Te encuentras bien hefesto?, he notado que as estado muy deprimido últimamente- dijo preocupada y hefesto sorprendido por la pregunta le respondió.

Bueno me encuentro un poco triste ya que Afrodita a estado mucho con Ares las últimas semanas- dijo para que hestia se enojara levemente ya que le había pedido algunas veces a su hermana Hera que anulará o que era una pésima idea que casarán a Afrodita con hefesto ya que sentía que esa relación saldría mal a futuro y al final tenía razón como casi siempre.

No te preocupes la tía hestia te va a ayudar!- dijo para posterior mente abrazar a hefesto con fuerza sintiendo tonificados músculos sonrojándose un poco si darse cuenta.

Hefesto sonrió levemente feliz ya que su tía hestia y su tío Hades eran los únicos que no lo miraban con asco o se reían de él- muchas gracias tía hestia.

Hací hefesto se encontraba dentro de su forja pensando en que hacer, hasta que recordó a ese extraño libro que se encontró misteriosamente encima de su yunque, hací que lo saco de dónde lo había ocultado, una vez el libro ya estaba en sus manos lo empezó a leer nuevamente, hasta que llegó a una parte que decía:

"Cómo convertirse en un lich"

Había como unas especies de instrucciones en dónde te indicaban cómo convertirse en un lich, hací que hefesto segado por la curiosidad y empezó a realizar los pasos que indicaban en el libro y una vez ya tenía todo en su lugar empezó a decir lo que decía en el libro.

Cuando terminó vio que no había ocurrido nada pensó que fue una perdida de tiempo, pero después de unos segundos hefesto de desmayo.

Hefesto se despertó en un lugar completamente negro, pero algo raro era que no podía moverse, y de repente unas llamas de color verde empezaron a rodear a hefesto, eso lo alertó y se preparó para un posible ataque pero no ocurrió nada solo hubo silencio por un segundo hasta que hefesto diviso a una silueta encapuchado y con dos cuernos de lo que parecía una cabra aunque unos de los cuernos estaba roto.

Trató de hablar pero no pudo, trató de moverse pero no pudo, no le quedó de otra que ver cómo esa criatura venía lentamente a el.

Y una vez ya la tenía al frente pudo ver lo horrible que era esa criatura, parecía que provenía del lugar mas profundo del Tártaro.

Hací que tú serás mi nuevo recipiente- dijo sin más la criatura.

Quien demonios eres?- preguntó hefesto descubriendo que ya podía volver a hablar.

Yo?, yo soy el principio y el fin, yo soy "El Lich"- respondió el lich tranquilo- te vengo a proponer algo.

Que?- pregunto con el ceño fruncido y preocupado hefesto.

Muy simple, quiero que seas el recipiente de mi poder y a cambió podrías no solo dominar tu mundo, sino que también podrías vengarte de todos los que te hicieron daño-
Cuál es el truco?.

Eso lo descubrirás cuando aceptes el trato- dijo sin que hefesto lo notará un poco divertido.

Hefesto se puso a pensar en lo que dijo el lich, a su mente vinieron los recuerdo de su madre Tetis, su tía hestia, su tío Hades, no hiba aceptar sabiendo que les hiba a causar daño a ellos, aunque de igual manera nunca hiba aceptar.

Me niego- dijo determinado.

Humm, no importa muy pronto vas a aceptar tarde o temprano- dijo el lich con un tono decepcionado.

Y sin más hefesto despertó abruptamente de desmayo.

Fin del cap.

Palabras: 1082