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Lo primero que hizo Nie Huaisang después de enterarse de su renacimiento es encontrar información.
"Sí sabes más que tú enemigo no hay razón para estar nervioso".

Dejo que los sirvientes le dieran pistas del año; luego mando a contactar a algunos de sus amigos de la secta que, entre el alcohol y la comida, podrían darle más información de si estuvieran sobrios.

Respiro hondo el aire de verano: fresco, húmedo, joven. Caminó hacía el campo de entrenamiento donde seguramente estaría su hermano.
Sus manos se calentaron al encontrarse con la imponente figura a lo lejos.
Él detector de mentiras... Jajaja siempre fue su mayor problema la intuición moustruosa de su hermano. Aunque, graciosamente no le sirvió de nada para evitar su propia muerte por ese hijo de perra.

Lo vió desde lejos, sin la intención de hacercarse. Era feroz mientras daba el entrenamiento a los cultivadores.

Sin piedad, pero
sin mancha.
Así era su hermano.
Así es su hermano.

No pudo evitar sonreír al ver a su única familia.

La madre de Mienjue había muerto hace poco, su madre murió cuando nació y su padre murió temprano por una desviación de Qi, cómo sería el inevitable destino de todos lo que practicarán el sable como arma.

Sus miradas se cruzaron. Una mirada aparentemente suave y una mirada aparentemente dura; la única característica en común de estos hermanos es que eran difíciles de leer. Silbo el viento.
Ambos retiraron sus miradas; no era el momento para hablar.

"Perdón, hermano. Pero tendré que matar a uno de tus hermanos jurados... De nuevo." Una de sus comisuras se apretó.

Por ahora se consentrará en reunir información y distribuir a su gente en lugares favorables.

Movió su mano hacia su espalda por inercia, encontrándose con el vacío. Rió. Claro, Jundao aún no está en sus manos. Su querido erhu... Tendrá que buscarlo.

-Wey Ying, ¿Está ves también tardaré tanto en convencerte de que me des un instrumento demoníaco? -preguntó con gracia al aire. No podía evitar sonreír al recordar a ese amigo y a su esposo. ¿Quien diría que sus planes traerían tanta felicidad inesperada?

Tampoco podía evitar sonreír ante el recuerdo de cuando esté instrumento le fue entregado:

-¿Cual es su nombre? -preguntó tomando el erhu de las manos de su amigo.

Este sonrió como quien hace una travesura, anticipando la reacción del Nie.
-Sable. Cómo siempre te negaste a empuñar un sable a tu hermano, espero que esto lo confunda en el más allá y piense que en realidad ya peleas con uno. ¡Tara!

-...Jundao, ¿En serio?

-Soy un genio, ¿Verdad Lan Zhan?

-Mmm.

Yanli estaba preocupada. Su hermano ha entrado en reclusión desde hace cuatro meses en una secta ajena, y su otro hermano no a podido ni dormir para poder reparar una secta desde las senizas.
El muelle del loto necesita mucho dinero y mucho trabajo. Su prometido ha estado ayudando. Después de todo la secta más rica es la que menos daño sufrió por la campaña del sol.
El estimado lider de secta Jin está en una posición demaciado favorable para su inteligencia. Estima que no durará otro año vivo. Pensó mientras continuaba con el papeleo.

"El papeleo de fondos no acaba." Resopló.

Acababa de mandar a un enfadado Jiang Chen a la cama hace apenas unos minutos cuando un discípulo llega corriendo a la oficina recién construida del líder de secta donde se encontraba.

-¡Joven señorita!, ha llegado una carta de Gusu Lan con carácter de hurgente para el líder Cheng. -describe el chiquillo.

-Gracias por el trabajo duro. Puedes retirarte; la entregaré yo misma. -somrió amable como siempre.

-Sí, señorita. -se retiró el niño.

Al serrarse la puerta no puede evitar suspirar. Se han tenido que acoger niños para la servidumbre y para disipulos. La mayoría hijos huérfanos de los disipulos que murieron en la campaña y en el asedio.

"No importa, nos recuperaremos rápido. Esos niños no tendrán que hacer nada más que jugar en los jardines cuando esto pasé." Yanli era firme creyente de esto.

Abrió la carta. Está solo mencionó un problema urgente que necesitaba ser tratado en persona y que el mismo iría a discutirlo al día siguiente. Con la firma del líder bde secta: Lan Xichen.

Decidió que le aría saber a su hermano a la mañana siguiente, luego de que allá tomado un divino descanso.

-Lider de secta JanWuan-Jun, ¿Qué es lo que le trae aquí?

No entiende que lo primero que tenga que ver al regresar sea la cara de uno de los jades.

"Al menos no fué del menor."

Le sirvió una taza de té mientras trataba de acomodar sus propias ideas. El nivel de energía espiritual era menor y su cuerpo se sentía un poco peor. Comprobó levemente su afinidad con Zidian haciéndola brillar y anoto mentalmente las pequeñas diferencias.

A lo que el jade, quien solo podía ver el seño fruncido, las ojeras y el brillo eléctrico de Zidian dedujo cómo molestia.

"Tal vez no fue la mejor idea venirle a pedir a un adolecente que reconstruye su secta a qué le haga de sicario." Pensó quedando sin palabras.

Chen, desesperado por la estatua casi sonriente del jade golpeó la mesa con sus dedos mientras le miraba fijamente.-Si no tiene nada que decir; debería disculparme, tengo más asuntos que atender -Se preparó para irse.

Comprando fechas, este año debería ser uno de los peores. Wuxian... ¿Qué haré con esa mier- No, no tengo derecho.

Pero tampoco tendré compasión.

De hecho, ¿Quien dijo que orquestó el incidente de aquel año?

Volteó a ver a uno de los involucrados, justo cuando estaba por salir de la sala un brillo de intención asesina pasó por sus ojos- JanWuan-Jun, ¿Cómo se lleva con ese hermano jurado suyo? -preguntó sin pensar-Habló de el hijo del líder Jin.

-Yo...-vaciló extrañado-No estamos en buenos términos, ni mi Ge Mienjue, ni yo.

-Es bueno saberlo. -Pasó la puerta-Por qué parece que tiene muchos enemigos -cerró la puerta tras suyo.

El Lan no entiende como logró su cometido.

¡Todos Estan Renaciendo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora