B.

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El dragón y el cuervo.

Un cuervo fue llevado a la casa. Nada saldría bien.
El cuervo fue criado por la casa. Nada saldría bien.
El cuervo fue amado por la casa.
Nada saldría bien.

El cuervo olvidó que era un cuervo.
La casa cerró los ojos.
Las puertas se abrieron para el negro.
Los ojos ignoraron su color.
Las habitaciones eran moradas.
El cuervo amó el olor.

El cuervo amó la casa
y que la casa amaba al cuervo.
Las lilas eran amargas;
los lotos curaban dulce.

El clima cambió al cielo, donde habitaban dragones.

Encontró el blanco puro de la luna,
encontró el blanco ameno de la nueve,
Encontró el blanco duro de la piedra
y entonces, al blanco dragón sobre el tejado.

Sintió el mundo a su manera.
La manera de él. Esa manera.
Había movimientos silenciosos.
Gritos que nadie debía escuchar.
Reglas que todos debían de seguir.

Una jaula para un pájaro.
Un hogar que no aceptaba ya a cuervos.

Los dragones y los cuervos comparten el gusto por lo brillante,
pero nadie ama a los cuervos.

Los dragones y los cuervos son presagios,
pero los dragones buenos.

Los dragones y los cuervos sobrevuelan los cielos,
pero los cuervos anuncian la muerte.

Y por sobre todo: los dragones no aman a los cuervos.


El dragón y el zorro.

El cuerpo ha caído.
Las alas se han cortado
y el cuervo ha muerto.

Está vacío.
Está desnudo.
Está encadenado a la tierra.

Se ha convertido en un zorro. Decidido a encarnar el mal
para acabar con el mal.

Nueve colas que son livianas
apesar de la sangre.
Piel que es traslúcida
a pesar del barro.
Labios que son rojos
al pensar de la carne.
Y cicatrices que no desapareceran
a pesar del tiempo.

Amar la casa es amar a sus cuervos,
pero ¿Qué pasa cuando la casa ya no quiere al cuervo?
¿Qué pasa cuando ya no existe la casa?
¿Qué pasa cuando el cuervo quemó la casa?

El mundo se quema bajo el sol.
Los dragones en el cielo no pudieron evitarlo; el cielo fue quemado.
El zorro en el suelo no pudo evitarlo; el zorro fue acorralado.
Nadie pudo evitar la codicia del sol. Todo está bajo el sol.

La maldad en el mundo es demasiada
y toda converge en él.

Han olvidado que era un cuervo que amaba a su casa,
pero recuerdan que la quemó.
Olvidaron que quemó las pocas plumas que le quedaban por ellos,
pero recuerdan que es más fuerte.
Olvidaron a quien ayudó,
pero no a quien ofendió.

Él solo puede recordar quién lo ayudó,
pero no a quien lo ofendió.
Él solo recuerda a quien ama,
no a quien debería odiar.
Él solo recuerda a un amigo
de una casa que no quería cuervos.
Él solo recuerda a un dragón
que lo regaña cuando los demás lo alaban.

Un dragón que sigue queriendo llevarlo a su guarida.
Un dragón que quiere su libertad para él.
Alguien que podría darse, sino tuviera a otros por los que pelear.
Alguien a quien rendirse, sino tuviera por qué luchar.

La casa está tuerta.
El jardín está quemado hasta las cenizas.
El lago está seco y las rosas arrancadas.
Sin embargo al final la casa logro matar al cuervo que le quitó los ojos.

Sin saber que el cuervo le dió los suyos propios para que lo hiciera.

El dragón y el fénix.

Una persona extrañó al cuervo.
Solo alguien llamo todas las noches.
El dragón que derramó sangre.
Un blanco que manchó rojo.

Sin embargo, escuchó música en la niebla.
Una canción que solo su corazón y un sueño conocían.
Un fénix que piaba la tonada conocida entre la yerba de la mañana,
atolondrado y mal herido.
Desafinado pero conmovedor.

Un pájaro hermoso que recordaba al zorro y que todos despreciaron.

Uno que el dragón robo a su cueva.
Uno que alimento y cuido.
Uno que volaba como cuervo.
Uno que dormía como zorro.
Uno que indudablemente amaba.

Solo semanas después de no poder salir de la vista del dragón fue consiente que nunca quiso que la apartará.
Solo después de tres vidas se dió cuenta de que siempre fue así.

Él ama a un dragón que lo regaña cuando los demás lo alaban y lo acompaña cuando los demás lo repudian.

Lo amaba más que caminar por un puente de una sola tabla entre la niebla.

¡Todos Estan Renaciendo!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora