Capitulo 15

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Narra la archiduquesa Catra.

Miraba a Adora realizar su labor, bendiciendo cada rincón, los destellos la rodean y se ve tan hermosa... tan fuera de este mundo, es como si fuese una divinidad, y me siento tan mal por imaginar cosas indecentes con ella cuando me propuso bendecir mi aposentos, me siento otro ser sucio y perverso, posiblemente no sea diferente de esas basuras que la miraban con deseo carnal.

Apesar de reprenderme, no puedo evitar sentir un cosquilleo excitante recorrer mi cuerpo entero finalizando en una zona muy sensible.

Oh Adora, ¿qué me estas haciendo?

- Ya he finalizado, su alteza.- Con toda la torpe elegancia gracias a su nerviosismo, se posiciona frente a mi esperando una respuesta a su no pregunta. Me encanta cuando está nerviosa.

- Es muy de noche.- Me serví una copa de vino, necesito calmarme.- Le pediré a Kyle que te lleve a una habitación. - Iba a seguir hablando pero sorpresivamente ella me interrumpió.

- ¿En el mismo cuarto donde estuve la primera vez, cuando llegué aquí?- Su entusiasmo me sorprende, pero creo que tambien lo notó.- Lo lamento me dejé llevar.

- Si ese es el que quieres, será especialmente tuyo. cada vez que te quedes... ya sabes donde dormirás.

Se le nota que quiere disimular su alegría y sus nervios por la pena, pero el brillo en sus ojos es suficiente para mí.

- Le agradeco mucho su amabilidad... tanto la de hoy como la de siempre. Usted ha sido demasiado buena y generosa conmigo... nunca nadie me habia tratado de esa forma, así que siempre estaré eternamente agradecida, su alteza, y quiero que sepa que quiero devolverle toda esa gratitud, si me lo permite.

Me toca respirar profundamente y mandar mis ojos para otro lado por que verla es demasiada tentación.

Cuando quedé sola en aquel cuarto bendecido, con un movimiento de mi mano apague todas las luces y me acomodé sobre la orilla del gran ventanal donde se filtra la frescura nocturna del desierto.

Suelto una amarga y a la vez entretenida risa. Nunca he invitado a a pasar la noche a una mujer con un fin tan curioso y no indecoroso como este, definitivamente Adora me hace algo.

Lo sucedido en el día llega a mi mente como un video de una memoria. Y lo que más me preocupa es que alguien se le acerque a Adora con no buenas intenciones, ella es mía, no voy a dejar que un andrajoso o una palurda degenerada quieran algo con ella. Jamás lo permitiré.

Me sirvo más vino y suelto un suspiro antes de humedecer mis labios con aquel dulson liquido rojo.

- Su alteza, ¿Quiere que bendiga sus aposentos?

Malditos recuerdos y Maldita Adora.

Su estupida mirada inocente y voz nerviosamente alegre provoca en mi algo que no puedo retener ni explicar. Me bebo toda la copa y cuando me disponia a servir más me doy cuenta que no me es suficiente por lo que llevo el pico de la botella a mi boca y a beber con más ganas.

Estupidos todos con sus idioteces, sobre todo Landre y Lonnie que solo me hacen confundir. Son unos ridículos.

...

Estoy en mi oficina, no pude dormir en toda la noche, aunque ultimamente eso no es novedad, sería más extraño si llegara a dormir.

Sé por boca de Kyle que Adora ya se habia retirado del palacio con más palabras de agradecimiento.

- Mi señora.- Lonnie hace acto de presencia.- La infiltrada ya está en el lugar.

- Muy bien. Ya puedes retirarte.

LAS ARENAS DEL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora