La entrada del lugar es bastante bella, grandes y hermosas palmeras a cada lado adornan la entrada junto con hermosas y gruesas columnas, unas escaleras en piedra que me guian hasta mi destino.
Cuando entro, el lugar se oye tranquilo, demasiado tranquilo para mis nervios. El piso como siempre en el palacio siendo tan limpio que parece un espejo. ¿Como hacen para mantenerlo asi con toda la arena que nos rodea? Hay grandes telas rojas guildando desde los altisimos techos, las telas se mecen al ritmo del lento viento.
- ¿Buenas?- Pregunto dubitativa al aire con la esperanza de que alguien me oiga, avanzo un par de pasos hasta que oigo otros pasos avanzar en mi direccion y me quedó rigida en mi lugar.
- ¿Que se le ofrece señorita?- Me pregunta una felina de piel negra, ojos rojos, cabello negro liso y corto hasta la mitad del cuello, su piel lleva llamativos tatuajes de color dorado adornando su corto y algo escotado vestido blanco.
- La señorita Eris me ha... mandado a llamar.- No sabia ni como presentarme.- Mi nombre es Adora.
La sonrisa de la felina que tengo al frente se agranda.
- Usted debe ser la maga divina. Por favor acompañeme, las señoritas del harem las estan esperando.- Trague saliva antes de dar mi primer paso para seguirla. El caminar de la chica es muy elegante, es bastente bajita, incluso más que la Archiduquesa Catra. La manera en como menea su cola negra es hipnotizante tiene un balanceo casi juguetón.
Del salón, salimos a un pequeño puente de piedra al aire libre, me acerque a un lado del puente donde habia un barandal con formas de flores de loto, hacia abajo se podia apreciar un pequeño jardin y voces alegres de mujeres. Bajamos el puente hacia un angosto pasillo y ahí estaba una mujer de perfil, lo primero que noté a parte de su llamativa piel turquesa era sus puntudas orejas, eso quiere decir que es una bruja. Aquella bruja estendio una mano hacia arriba y en esta aterrizó un cuervo.
- Señorita Eris. La maga divina ha llegado.
La bruja Eris se gira y sus ojos azules oscuros su posan sobre mi, su sonrisa discreta pasa de mi hacia la pequeña felina.
- Muchas gracias Alice ya te puedes retirar.- La Felina asiente y se retira con su mismo caminado elegante.- Si la sigues mirando así, es posible que se te tuerza el cuello.- La volteo a mirar de inmediato y me sonrojo aún más de lo que el clima de por si me hace ver a toda hora. Comencé a negar con la cabeza, no miraba a la felina de la forma que sea que se estuviera imaginando, por la vergüenza aparto la mirada.- Tranquila. Me alegra que hayas venido, las demás muchachas se mueren por conocerte, Maga divina del Desierto Carmesí.
Ese título es demasiado para mí.
- No, se-señorita, yo no soy...
- Dejemos las formalidades a un lado. Solo llámame Eris.
- Eris.- Contesto y Eris me abraza por encima del hombro.- Usted fue la que solicitó mis servicios.- ¿Acaso esta mujer es más fuerte que Eda?
- Asi es, yo solicite tus servicios como maga. Pero no seas tan tímida, aquí no mordemos. A no ser que eso quieras.
Cuando la miro sorprendida ella mi guiña un ojo y se separa para comenzar a caminar hacia el jardín que había visto por el puente.
Retiren lo dicho, lo que vi por el puente no era ni un tercio de lo que en realidad es.
El lugar es inmenso, con esculturas, plantas, adornos, hermosos caminos de piedra, un pequeño pozo, mesas con una enorme sombrilla que no desentona con el lugar.
Habían varias mujeres, hasta... ¿Una niña?
¿Qué hace una niña en el Harem si se supone que a la Archiduquesa no le gustan las...?
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LAS ARENAS DEL AMOR
FanficLa vida me odia. Fui vendida a un Duque de edad bastante avanzada cuando cumplí los 14 años, me volví una más de sus amantes, mejor dicho su esclava. Estoy obligada a cumplir cualquier cosa que él desee, pues de esta manera mi madre puede sobrevivir...