In this world, only I exist

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Antes de salir de casa, papá me dió el típico discurso sobre que no le dejara a nadie mi bebida, me dió permiso de tomar alcohol pero con moderación, dijo que era inevitable que en una fiesta de adolescentes hubiese alcohol. Bin paso por nosotras, así que papá le hizo prometer que más tardar cuatro de la mañana me quería en casa.
Realmente me sorprendió que papá fuese tan accesible, debido a que no es así pero en parte lo comprendía. Después de lo que ha pasado en nuestras vidas, el mismo me decía que debía divertirme y salir, sumándole que realmente les tenía confianza a el par de hermanos.

Estábamos por llegar a el lugar donde sería la fiesta, Sua parecía la más emocionada después de que le dije que JungKook me confirmó que SuBin iría a la fiesta. Realmente ambos se gustaban, pero a penas y se conocían, aún les faltaba conocerse bien, comenzar a salir antes de hacerlo oficial para saber si se sienten cómodos, según sabias palabras de Bin.
Este mismo se encargó de explicarme que al lugar en el que era la fiesta, era una discoteca que se podía rentar para fiestas privadas.

Al llegar, bajamos del coche mientras mirábamos muchos chicos y chicas fuera de el lugar, algunos entraban y otros salían. Personas que en mi vida había visto y otras que parecía reconocer de la preparatoria.
Entre la gente saliendo pude reconocer a SuBin, quien se acercó a nosotros mirándonos a Sua y a mí.

–Bellas damas, ¿Acaso vienen a opacar a las demás chicas? –Nos miraba mientras sonreía para después fijar en su mirada– Te ves muy bien, Sua.

–Tu también, SuBin.– está le respondió sonriendo. En cualquier momento me iba a dar diabetes

Sentí una mano sobre la mía, pude reconocer el tacto de Bin mientras miraba la escena con el seño fruncido, al igual que yo.

– Vámonos antes de que se devoren– Reí y lo seguí, este no soltó mi mano hasta llegar dentro a la barra de bebidas.

La música estaba fuerte, pero no al punto de ser tan molesta. Al contrario, se sentía un ambiente divertido, me sorprendía no ver chicos totalmente borrachos de un lado a otro o vomitando por ahí. ¿Será que aún es temprano?

–Preciosa, iré a buscar a mis amigos. No tardó, espérame aquí

Asentí a las palabras de Bin, quien después dió la vuelta y tomo camino. Pedí una piña colada, digo, después de todo era la primera vez que salía a una fiesta, no sabía que tipo de bebidas existían y menos cuáles tenían alcohol. Ya con permiso, lo que sea es bueno para ambientarse.

Me dediqué a estar sentada mientras tomaba de mi bebida, la cual tenía una especie de tapadera, supongo que era para proteger de que se le echara algún tipo de droga a la bebida.
Visualize a Bin con dos de sus amigos acercándose a mí.

–Lya, ellos son SanHa y Rocky. –ambos chicos hicieron una suave reverencia a la cual correspondí haciendo una de la misma manera.

–Te habíamos visto un par de veces con Sua y Bin. Pero no habíamos hablado, es un gusto. –Hablo el más alto, quien Bin había señalado cómo SanHa.

–Es verdad. Si algún día ese par de idiotas te cansan, aquí tienes otro par de idiotas. –Siguió Rocky, haciendo que riera.

Sua llegó después de unos minutos de estar platicando con los chicos y se sumó a la plática, en realidad que el par de mellizos eran como los perros y gatos, los otros dos chicos ni hablar, eran demasiado expresivos y ruidosos. Pero no aquellos que estresan, si no de los que te divierten y sacan una sonrisa.

–Lyly, vamos a bailar. –Sua me miró con un puchero

–Vamos –Tome su mano mientras dejaba mi bebida en la mesa y me levantaba del asiento. Mi respuesta pareció sorprender a Bin, quien simplemente me miró con los ojos abiertos.