El reino de los vientos - 1° parte - El regreso de oeste

Capitulo 2 - Pueblos, reinos y ciudades

(villa de los nómadas - Puerto nocturno)

El único lugar tan alejado de lo demás, se encuentra cerca del polo norte, la villa de los nómadas, una de las construcciones que salieron ilesas de las batallas desatadas en la región, hace 70 años, donde se ubica el puerto nocturno, llamado así, por la escasa luz del sol que solo lo ilumina un par de semanas al año, por lo que siempre es de noche en aquella región.

En el horizonte, donde la luna creciente deja caer sus escasos rayos de luz sobre el puerto, llega Marina, volando desde lo lejos, con su aureola en la cabeza, aproximándose en a la villa de los nómadas, aterrizando en el patio principal del pueblo

- señorita Siero, la estábamos esperando- un anciano de pelo canoso se aproxima a Marina, desde la calle principal, al verla aterrizar - su barco esta esperado, es la última en subirse, pero antes de partir, el líder de la villa quiere hablar con usted.

- a, claro...- Marina mira fijamente al señor, con una expresión de duda, al no saber quién es.

-capitán kan- respondiendo al gesto de Marina ante la incertidumbre de esta

- a...., sí- marina le da la mano al capitán, como gesto de confianza - lo siento, es que supuse que sería el barco privado de siempre

- así era señorita, pero cada vez hay más personas que desean ir al Este, y como solo podemos hacer un viaje al mes, por los arrecifes de mantícoras marinas, no podemos dejar que estas personas se queden en el pueblo, muriéndose de hambre – marina se desanima al oír las palabras del capitán

-aun no creen que pueda cuidarlos, ¿verdad? - Marina, un poco desilusionada por la explicación del capitán, agacha la cabeza como un gesto de compasión- es por su bien, allá tendrán la esperanza que les falta en el sur

-vamos señorita Siero, no se van porque usted sea una mala persona, si no, por la necesidad de vivir, a nadie le gusta estar en la penumbra toda su vida- el capitán, intentando animar a Marina, alza su rostro tomándola por el mentón para verla a los ojos- todos sus fieles aun creemos en usted, solo tuvo la mala suerte de ser la guardiana en momentos tan difíciles, donde no puede demostrarnos toda su capacidad para lograr un cambio por el momento, pero no dudamos ni un segundo, de su fuerza y su magnitud ante la protección del sur

- ¿crees que hago un mal trabajo?

-yo no dije nada de eso señorita Siero, a mi parecer, usted ha sido una de las mejores guardianas, desde la última alineación lunar, no hubo nadie mejor que usted para tomar ese puesto, eso se lo aseguro. - el capitán deja a Marina mientras le regala una sonrisa- gracias a usted, lo que fue una vez, un gran reino, está viviendo en paz en las islas Marocea, creyendo aun en usted

-gracias

- no hay de que señorita Siero- el capitán le regala una sonrisa a marina- ahora valla con el representante de la villa la está buscando en su choza

- ¿para que desea verme?

-no lo se

- ¿seguro que tenemos tiempo?, la emperatriz Vila se va a molestar

- por eso mismo quiere verla señorita, Vila sabe que tiene que recibir un mensaje importante del líder de la villa

- ¿Y usted que va ser?

- bueno, creo que mientras va a verlo, yo iré por una despensa para el viaje, este frio nos estará invadiendo hasta llegar a la barrera del Este, así que, luego la veo señorita Siero, en el puerto

-claro- una vez que el capitán se apartó para hacer sus compras, Marina empieza a caminar por la calle principal, cruzando por chozas echas de madera y lodo húmedo, viendo como toda una civilización agoniza lentamente- esto pronto será una villa fantasma – pensó mientras veía a las personas temblando a escasas luces echas por fogatas, y las pocas personas que veía pasar a su alrededor, lanzándoles miradas al verla caminando, unos la saludaban con respeto y una risa que revelaba la agonía de una persona pintada detrás de un rostro lleno de esperanza y otras, que al saber el inmenso poder que tenía Marina, reflejaban el odio por esta, pues al no poder hacer nada, creían que era la peor guardiana del Norte.