Vámonos Conociendo...

31 1 0
                                    

NESSA

Después de la muerte de mi madre y mi tía, yo comencé a sentirme como fuera de lugar. Desde que nací, había vivido en un ambiente de tolerancia, o eso creía yo pero, unas semanas antes de mi cumpleaños número siete, mi mamá me había explicado muchas cosas de la familia de mi padre; desde ese día, ya llevaba algún tiempo viendo la realidad, por eso yo estaba segura de que ese "accidente" dónde murieron no lo fue en realidad. Me costó un poco que mi papá se metiera en la cabeza esta idea pero logré juntar pruebas suficientes para que se convenciera, él y mi tío. A un año de su muerte, ya estábamos cerca de comprobar que la familia Zazueta asesinó a mi madre y a mi tía.

Tuvimos la idea de la venganza perfecta: nos encargamos de robarle casi toda su fortuna a la familia en una serie de estafas y robos que organizamos, después de eso, mi papá nos consiguió nuevas identidades; ya no nos sentíamos parte de esa familia y por eso creamos a los Paz, dos años después del fatal "accidente".

Alonso y Federico Zazueta se convirtieron en Juan Carlos y Ernesto Paz, mi prima Gladys y yo, Victoria Zazueta nos convertimos en Lilith Paz Lopez y Vanessa Paz Ramírez; para nosotros fue perfecto porque no nos gustaban los nombres que nos había dado la madre de nuestros papás. A pesar de eso, la transición no fue fácil, pues pasamos de vivir rodeadas de lujos con comodidades a pasarla en hoteles y moteles de paso, cambiamos de nacionalidad, nos mudamos a otro país.

En ese cambio me entró la idea de ya no tener familia, en mi mente ya solo era yo contra el mundo.

Comencé a ser mas rebelde y el cambio se notó, ya que yo era una niña obediente, sumisa, que siempre hacia lo que se le decía pero en esos días, apenas a unas semanas de haber llegado a México, con 11 años cumplidos, ya estaba planeando cómo independizarme de mi familia, no tuve dudas al haber escuchado a mi padre discutir con mi tío la idea de educarnos en casa pagando maestros privados, claramente mi tío no estaba de acuerdo.

- Estás loco Neto, las niñas necesitan tener contacto con otros de su edad -

- Es muy riesgoso carnal, ¿a poco no lo crees así? -

- No, mientras tengamos cuidado, todo saldrá bien; además tú bien sabes que ya podemos regresar a la ciudad que nos vío crecer, quizá hasta podamos hacer dinero -

Recuerdo que más o menos así fue la conversación. Dos días después ya estaba saliendo del hotel con una mochila que llevaba dos cambios de ropa, unos tenis, mis maquillajes, jabón y crema, cargador y mi celular, una botella de agua y mi libro favorito en ese tiempo: "Quien se ha llevado mi queso", de un autor que ahora no recuerdo. También llevé $500 pesos que metí en mis tenis; me sentía preparada para conquistar una ciudad que no conocía, en la que nunca había estado a las 12am, conecté mis audífonos, puse mi música mientras caminaba decidida por el pasillo hacia la salida de emergencia, cuando llegué afuera, el fresco aire de medianoche me sorprendió enfriándome todo el rostro, titubíe un poco pero seguí adelante.

Me fui caminando sin rumbo, escuchando la música que me gusta como rap, reggae, reggaetón, sintiendo mi nueva libertad recién adquirida mezclada con la brisa nocturna que, aunque era húmeda, no se comparaba en frescura a la helante brisa en la ciudad que había sido mi hogar antes.

Anduve casi cuatro horas, caminando derecho unas cuadras, luego daba vuelta a la izquierda o a la derecha, seguía, luego daba otra vuelta; así hasta que llegue a un parquecito con un par de árboles, había una resbaladilla acompañada de tres columpios oxidados y me senté en una de las dos bancas de cemento. Ahí estuve un buen rato, según yo pensando qué iba a hacer después, había puesto mi celular en "No Molestar" y no sabía que había recibido más de 15 llamadas de Lilith, le envié un mensaje de texto, pues no quería hablar con ella; guardé mi celular de nuevo en mi mochila; sin antes notar que ya casi eran las 4am.

Entre Amor y Otros Vicios...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora