Parte 27: Responsabilidades

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Vanessa no tenía pensamientos de ser madre. Nunca los había tenido. Le agradaban los niños, pero no se sentía preparada.

Quizás fue por esto que se sintió bastante incómoda cuando fue al recinto social donde había estado Gregory antes de conocerlo.

El lugar parecía frío, y le faltaba una buena mano de pintura.

"Puede pasar..."

"Buenas tardes" - saludó Vanessa sentándose - "¿Le he pillado en mal momento?"

"Mire este lugar, ¿le parece que tengo buenos momentos?"

"Cuando termina su jornada, supongo"

"Soy interina"

"Ah... está bien eso, cobrará bien"

"No"

"........"

"Dígame, ¿en qué puedo ayudarle?"

"Verá, mi hermana estaba replanteándose adoptar... y tenía curiosidad por ver las instalaciones, el lugar, los niños..."

"Osea, quiere darme más trabajo"

"¿Es eso un problema?"

"Lo es"

Vanessa no se consideraba una gran fanática de su trabajo, pero al menos no parecía desesperada por ponerse una soga al cuello como esa mujer.

Esta la llevó por las instalaciones, demostrando que estaban más sucias que el contenedor de basura que había bajo su casa.

"¿No hacen limpieza aquí?"

"A veces"

"Al menos daréis comida a los niños, ¿verdad?"

"Señorita Masters, no somos monstruos, claro que proveemos de sopa a los niños, además de pasta y alguna que otra vez hortalizas"

"Suena al paraíso..."

"Hay orfanatos muy buenos en esta ciudad, señorita Masters... y luego está este..."

"No se preocupa en ocultarlo"

"Ni falta que me hace, habla por si solo"

En un momento dado Vanessa vio a los niños en el parque del recinto, con ropa bastante desgastada y sin estar en la mejor forma.

"Tienen mal aspecto"

"¿Las ropas? Bueno, se reutilizan desde... desde que llegan"

"¿Y no han pensado en comprar ropa nueva?"

"Eso es para quienes tienen dinero"

"¿No recibís dinero?"

"Sí, pero hay otros gastos que atender"

Echando un vistazo tanto por dentro como por fuera le gustaría saber en qué demonios se iba el dinero que metían allí.

"Dígame, señorita Masters, ¿por qué se ha decidido su hermana a adoptar a un niño?"

"Es... difícil de explicar..."

"¿Crisis de la mediana edad?"

"En absoluto"

"¿Entonces?"

"Conoció a un chico de aquí... lo cual podría haberse visto como una molestia para ella..."

"........"

"Pero... se dio cuenta de que no tenía padres..."

"........"

"Y se fue encariñando con él, se empezó a preocupar por él... fue durante poco tiempo, pero entonces..."

"Le habló de este sitio, ¿no?"

"Bueno..."

"Ese bastardo..."

"¿Cómo le ha llamado?"

"Este sitio no se supone que deba de ser Disneylandia o esos restaurantes de Fredbear, esto es un orfanato, bastante con que les alimentamos"

"Oiga, un poco corazón, hablamos de niños"

"Son bocas que alimentar, poco más"

"Usted es una imbécil, no se merece a niños como Gregory"

"¿Gregory?"

"Sí, el niño que se les escapó porque no soportaba vivir aquí"

"Ah, sí... el niño que se escapó..."

"¿No se acordaba de su nombre?"

"No me acordaba de que se hubiese escapado... ¿se lo quiere quedar?"

"........"

"Porque puede quedar..."

Vanessa se resistió a golpear a la mujer, pero en su lugar cogió una pelota de baseball que uno de los niños dejó por allí...

Y la lanzó con todas sus fuerzas contra una estatua que tenían en el patio, rompiéndola.

Esto pareció romper la frialdad de la encargada, sustituyéndolo por cierto temor.

"Le tomaré su palabra"

"¿Cómo dice?"

"Volveré... urraca"

A Vanessa le daba ya igual que no fuese una buena figura materna... no necesitaba ser madre, solo sacarlo de allí...

Le daba igual que le costase llegar a fin de mes o tuviese que hacer sacrificios...

No iba a dejar que Gregory regresase a ese maldito sitio. O al menos ese fue su pensamiento mientras regresaba a su apartamento... ¿vacío?

Vanessa: Security BreachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora