Vanessa: Security Breach

Parte 17: Una larga noche

Vanessa no estaba teniendo su mejor noche, ciertamente. Había estado... emm... castigando... a una asesina serial disfrazada de conejo...

Y ahora era acompañada por una loba animatrónico, recorriendo el centro comercial hasta localizar donde se encontraba el generador.

"¿Seguro que no se escapará?"

"Solo yo tengo la llave de esa puerta"

"Las puertas se pueden romper"

"Como le haga algo a la puerta yo le romperé una pierna..."

La loba hizo todo lo posible por mantenerse un poco detrás de ella, ya que su cola se movía un poco y no quería que se diese cuenta.

"¿Qué hay de Gregory? ¿Dónde está?"

"Los otros lo llevaron a la habitación de Chica para estar con él"

"Eso está bien, que esté resguardado"

"Y usted... ¿está herida?"

"En absoluto"

"El chico dijo que le salvaste de una patada voladora ¿es cierto?"

"Sí, de pequeña me peleaba mucho"

"........"

"Incluso practiqué un poco de artes marciales"

"Eso es... muy guay..."

"Me hubiese gustado ver cómo quedó la cara de esa psicópata, pero su máscara tenía un cierre que me lo impedía"

"¿Un cierre?"

"Sí, me daba un calambrazo cada vez que lo intentaba"

"Tal vez... tal vez yo podría quitársela"

"Podría ser..."

"Mis garras no son solo las mejores para tocar la guitarra, ¿sabes?"

"Ya, también veo que tus ojos no son solo una decoración bonita"

"Que... ¿qué?"

"Ahí está la caja de fusibles"

Roxy había usado sus ojos durante la mayoría del trayecto, ya que podía ver en la oscuridad. 

Pero cuando llegaron a la sala de transformadores fue Vanessa quien usó su linterna. Esto, principalmente, porque era quien tenía que arreglarlo.

No tardó demasiado en hacer regresar la luz.

"Groovy..."

"¿Qué ha sido eso?"

"¿El qué?"

"Eso que has dicho"

"Oh, es de una película, ¿no teníais una wikipedia ahí dentro?"

"Solo para información estándar"

"Y supongo que cine verás poco"

"Nosotros nunca hemos visto películas salvo los cortos publicitarios que a veces reproducen en las pantallas grandes"

"Eso es triste"

"¡Yo no estoy triste!" - le replicó enfadada - "¡Yo siempre estoy en mi mejor momento!"

"Emm... ¿qué?"

"Lo... lo siento, no debería haber gritado o... o... no, quiero decir..."

La guarda notó que algo le pasaba a la loba. Si bien era simplemente una animatrónica, su comportamiento se notaba muy real.

"Roxanne, ¿estás bien?"

"Sí... estoy... bien, creo, ¿por qué no lo estaría?"

"Oye..."

"........"

"¿Te gustan los helados? En alguna de estas tiendas hay algunos..."

"No me llaman los helados... ¿bolas de hielo? Qué tontería"

"Ya... claro..."

"¿Qué vas a hacer ahora?"

"Primero visitaré a nuestra enemiga, luego veré si las cámaras han guardado las grabaciones tras el apagón y llamaré a la policía si todo sigue bien"

"Voy contigo"

"¿Todavía piensas que puedo necesitar ayuda?"

"Simplemente es para asegurarme que no te pase nada, guarda Vanessa"

"Aprecio el gesto, pero..."

"........"

"¿Sabes? Ven conmigo, me vendrá bien algo de compañía para no volverme loca..."

Pero la larga noche de Vanessa aguardaba una última desdicha. 

Al llegar la puerta estaba cerrada, efectivamente, pero Vanny no estaba. Había logrado desatarse y marcharse por una rejilla de ventilación.

"A veces odio mi vida"

"Yo a veces también odio mi existencia"

"Sí, eso... espera, ¿qué?"

"Nada..."

"Será mejor que regreses con Gregory y la banda"

"O podría regresar contigo" - dijo la loba sensatamente - "Tú eres la guarda, supongo que impondrás más... emm..."

"¿Autoridad?"

"Iba a decir seguridad, pero sí impones autoridad, claro"

"¿Y qué otra cosa impongo?"

Belleza. Un cuerpo perfecto. Una rudeza verbal increíblemente asombrosa.

Muchos ejemplos pasaron por la mente de Roxanne, pero ninguna llegó a salir de su boca.