Radiografía de un corazón bohemio

Oda a las canciones que nos marcan

He concluido que los sentimientos se resumen en quién piensas al escuchar tus canciones especiales, la música hace parte de la vida a grados tan fundamentales tales que puedes saber con certeza qué persona ha marcado más tu vida con volver a esas canciones trascendentales para ti y ver que conectan con una misma persona, cómo asocias a las notas tus recuerdos y cómo escuchar ciertos acordes puede despertar en ti la más suave sonrisa de nostalgia o la más amarga lágrima.

Y sin más te vas dando cuenta que tu listado de canciones favoritas no son más que la mezcla de los momentos que te marcaron con las personas que estaban ahí y en ese entonces, que cada lugar en el tiempo-espacio tiene su sonido y su canción.

Y así como la gente asocia cada ser querido a un aroma, yo al no tener ese quinto sentido he descubierto paralelamente que, en efecto, cada persona tiene sus marcas y la que yo percibo en especial es la sonora y podría resumir mis amores, amistades y seres que marcaron y asociar a cada uno a su canción, y que en efecto sus melodías hacen justicia al sentimiento que poseo por ellas, aunque hay algunas que clavan tan hondo el cuchillo de su importancia en el corazón de mis sentimientos que sencillamente es imposible que una sola canción los cubra por completo, y poseen mucho más de una, un mood o playlist completo por sí solas y aún así falta para cubrir con el fantasma de ellas pero en efecto su canción principal es la clave para invocar a esa persona, lo que hace que esta premisa no se contradiga del todo con la anterior.

Seguiré creyendo en el amor de la vida mientras la gente siga teniendo el mismo latido al escuchar esa tonada que la transporta a esa persona así hayan pasado miles de aventuras y unidades de tiempo en su historia, pues es la música misma la que demuestra que cambian las ideas y los pensamientos pero los sentimientos son algo metafísico que no controlamos sino sólo lo vivimos y es imposible cambiarlos pues tienen vida y conciencia propia, y esto es lo único que puede explicar cómo ellos nos llevan a veces a hacer cosas tan absurdas.

Y desde mi total ignorancia pero desde el fondo de mi irracional y melómano corazón, afirmo tácitamente y sin pizca de vacilación que una cosa tan poderosa no puede ser invención humana, y que por lo tanto la música (y por concatenación la poesía) fue en efecto descubierta por nosotros y ya existía en el universo, tal como la manera en la que funcionan las matemáticas, y así como éstas son el lenguaje de programación del universo, la música y poesía son el lenguaje nativo de expresión de los sentimientos, y si existe vida inteligente más allá de nuestro planeta, en algún lugar de la galaxia habrá un alien dando una serenata desde el fondo de su corazón.