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- ¿Tienes frío? - Eddie se detuvo al darse cuenta lo desabrigada que estaba. Lo miré y asentí levemente. - Toma mi chaqueta - comenzó a sacársela.

- No, no. Te dará frío a ti. Cuando lleguemos a tu casa me prestas algo- le acomodé la chaqueta y sonreí.

- Entonces ven aquí. - pasó su brazo para abrazarme y volvimos a caminar ya casi llegando a su casa.

Al llegar a su casa (o más bien un tráiler) reconocí el lugar. Eddie era vecino de Max...la hermana de Billy. Mi ex novio fallecido. Por suerte ni Max ni su madre me vieron caminar abrazada de Eddie o sinceramente eso esperaba. Eddie abrió la puerta y me hizo pasar primero.

- ¿Quieres té? ¿Café? ¿Algo más fuerte? - me preguntó Eddie al cerrar la puerta.

- Iré con algo más fuerte por esta vez - contesté mirándolo. Él hizo una pequeña mueca y sonrió de lado.

- O sea que habrán más veces...- dijo y automáticamente me quise retractar.

- ¿Qué? - dije rápido.

- Nada, nada...¿Whisky? - asentí confundida - Espérame, vuelvo enseguida.- volví a asentir y él se perdió en el pasillo.

Observé el tráiler, estaba desordenado y un poco oscuro. Sin embargo, estaba cómoda. Me senté en el sillón que estaba en una esquina. Al lado de este había una radio, la encendí, dejé que sonara: "California dreamin" y en ese instante llegó Eddie con dos vasos y una botella en su mano.

- Me encanta esa canción - confesó y no pude evitar sonreír.

- La solía escuchar mucho el año pasado...- la escuchaba con Billy en su auto. Eddie me acercó el vaso y bebí un poco. - ¿Vives solo? - pregunté y él se sentó a mi lado. Sentí su olor y me puse nerviosa.

- Vivo con mi tío pero él trabaja en las noches. - Eddie tomó una pequeña manta que estaba a su lado y me envolvió en ella.

- Gracias, eres muy dulce Eddie. - le sonreí y él se puso incómodo...¿Nervioso?

- ¿Por qué tu madre quiere decidir tu futuro? - preguntó serio. Yo agaché la mirada, observé la textura de la manta y lo volví a mirar.

- Es complicado...- comencé a pensar mis palabras, él estaba atento a cada expresión y movimiento que emitía. - El año pasado no era capaz de levantarme de la cama y dejé un poco los estudios de lado. Bueno, eso no le gustó para nada a mi mamá. Yo siempre he sido comparada con mi hermana. ¿Conoces a Nancy? - él asintió- ella es la hija perfecta y yo trato...juro que trato. Pero siempre pasa algo que la decepciona y yo de verdad que solo necesitaba tiempo para superar todo.

- Entonces ella te dio ese tiempo a cambio de decidir...

- Dónde y qué estudiar...así es. - en su mirada había compasión y un poco de pena. - No creo que mi madre sea una mala persona. Ella quiere lo mejor para mí, solo que a veces quiero que comprenda mi dolor.

- ¿Tú quieres seguir los pasos de Nancy? - me preguntó Eddie.

- La verdad no. Yo quiero libertad, una vida no tan convencional, intensa. - miré a Eddie - ¿Piensas que estoy loca?

- Sí, un poco. Yo también lo estoy y te entiendo. - sonreí y él hizo lo mismo.

Bebí un sorbo nuevamente y así lo hice hasta terminar el vaso. Dejé mi lloriqueo de lado y comencé a preguntarle sobre su vida, y llegué a la conclusión de que Eddie era totalmente diferente a cómo lo imaginaba. Era raro, dulce, empático y gracioso. Eran casi las doce de la noche y me debía ir a casa.

- Ya debo irme, mañana hay clases.

- Deberías quedarte. No puedo conducir cuando me tomé 3 vasos de whisky. - eso era cierto y no me iría caminando sola.

The Very First Night - Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora