1

12 1 0
                                    

- ¡Alison, levántate!

- ¡Estoy levantada, Mamá!

Me volvía loca cada mañana por el grito de mi madre, tenía 18 y ella aún no asumía que ya hacía todo sola. No necesitaba que me despertaran en la mañana ni que me arroparan en la noche. Supongo que algunas madres no quieren que sus pequeñas hijas crezcan ¿cierto? ¿Era normal aquello?, desde que mi hermana Nancy se fue de Hawkins mi madre no halló nada mejor que ponerse estricta conmigo y con mi pequeño hermano, Mike.

Comenzaba el segundo semestre de clases y por suerte, era mi último año, no es que odie este pueblo, solo detesto un poco a mi madre y las cosas extrañas que han pasado, pero adoro su naturaleza y su esencia.

Bajé ya arreglada para irme a la escuela, me despedí de mi madre con un beso en la frente y apuré a Mike.

- ¿Para qué te arreglas tanto? - me preguntó Mike en el carro. Lo miré de reojo, arranqué el motor y respondí:

- Para conquistar a alguien.

- ¿A quién? - preguntó interesado. Menudo chismoso.

- Que te importa.

- Eres desagradable, Alison. ¿A quién vas a conquistar siendo así de malhumorada? - me dijo serio y rodando los ojos.

- ¿Quieres irte caminando? - le amenacé, sin embargo era de broma.

- Ya, lo siento. Te ves bonita.

- Gracias, hermanito. - mientras manejaba me acerqué a darle un pequeño beso en la mejilla. - ¿Tienes que juntarte hoy con los frikis?

- Sip. Eddie quiere que juguemos Dungeons & Dragons hoy por la tarde.

- No me gusta para nada que te juntes con ese rarito.

- Es un buen chico...solo aparenta ser así.

- ¿Chico? ya tiene como 22 años, Mike.

- Tiene 20, exagerada.

- Es casi lo mismo...ustedes tienen 15 apenas. Aparte me desagrada que me moleste tanto.

- Pero si tú lo molestas de vuelta. - dijo obviando el comentario.

- Sí, porque no pienso quedarme callada, solo por eso.

- No sé como llegaron a ese punto de casi odiarse mutuamente.

- Ni yo la verdad. - estacioné el carro en la escuela y nos bajamos.

Mike se acercó a Dustin y a Eddie.

- Hola Ali, que linda te ves hoy. - dijo Dustin, por lo cual le sonreí.

- Gracias Dustin.

- Aunque la mona se vista de seda...mona se queda - comentó Eddie y Mike rió.

- Oh, tan amable como siempre Eddie. - dije con ironía. Eddie me dio una sonrisa falsa. - ¿te electrocutaste esta mañana? - me acerqué rápidamente para desordenarle el cabello.

- Así te gusta, no lo niegues. - dijo arreglándose.

- Te gustaría que me gustara rarito de mierda. - comencé a caminar hacia la entrada.

- Te levantaste con el pie izquierdo al parecer. - dijo Eddie siguiéndome el paso.

- No, la verdad estaba de buen humor, pero siempre logras arruinarme el día, ¿contento por eso, querido Eddie? - dije con ironía. Él se humedecío los labios y asintió.

- Sí, pero aún no termina el día, Wheeler. - guiñó un ojo, le sonreí falsamente y respondí antes de marcharme a la primera clase:

- Vete a la mierda, Eddie.

The Very First Night - Eddie MunsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora