2.13 La provincia

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La lluvia caía con fuerza y las gotas golpeaban incesantemente el rostro de aquella adolescente de ojos verdes, en su mano empuñaba un arma algo pesada para sus frágiles muñecas, su entrecortada respiración delataban el estado de sus nervios, veía a Francesco discutir con unos de sus socios, un robusto hombre de unos cincuenta años que lo acusaba sin parar, vio un puño impactar en el rostro de su padre y luego otro más, se tambaleaba hasta caer a la mezcla formada por el agua y la tierra, seguía oculta detrás de aquellos arbustos,  pero algo la impulso a avanzar sin que se percataran de su presencia, vio la pistola apuntando en dirección de su progenitor y no lo pensó, era todo lo que les quedaba a su desdichada familia, sólo supo cuando apuntó y halo el pesado gatillo, quedó pasmada, su cerebro apagado y el recuerdo inmortalizado; Augusto Carignari fue el primero,  fue la razón por la que su papá la eligió y cambió todas aquellas leyes de sucesión en las familias, era una mujer y no el hijo varón que todos esperaban asumiera la dirección de la organización, aquella gallardía y frialdad que se necesitaba, ella lo tenía.

Eres mi reflejo Pris... una versión mejorada de quien soy, tú llegarás lejos, recuerda siempre, los negocios son negocios,  pero lo más importante es la familia, la palabra que entregas y el honor.

Los ruidos de un motor le hicieron abrir pesadamente sus párpados, abrió y cerró sus ojos lentamente para adaptarse a la luz, trató de incorporarse para ver donde se encontraba,  y lo que vio la dejó helada; estaba atada, ambas muñecas envueltas en cuerdas que se anclaban a cada extremo de una especie de cama, sus pies estaban juntos atados a otra cuerda.

Federikke- susurro al recordar lo último que vio antes de luchar con ella quien le sujetaba con una especie de tela sobre su nariz -Federikke- repitió más alto-Federikke- grito con fuerza una vez más-

Escuchó una puerta tras ella abrirse

Ya despertaste

¿Que has hecho?

Camino hasta posicionarse frente a ella -Por voluntad no ibas a venir, así que tuve que dormirte-

Suenas a una psicópata,  nunca pensé que fueras capaz de hacerme daño- su voz se quebró al reclamarle-

No te hice daño,  pero deberías saber que ni tú ni yo somos normales -arrimo un pequeño pub que se apostaba en un extremo -Querías tomar una decisión sin consultarme y yo tomé otra-

Sólo quiero ponerte a salvo

¿De quién?  De mis enemigos... de los tuyos o de los que tenemos en común... ¿De quién Priscilla?

De ti misma Fed, estás fuera de control, tienes rabia y lo aceptó,  me odias... y me duele, pero también lo acepto

Participe en la emboscada donde mataron a tu padre

Lo soltó de golpe y sin ningún tacto, saco un cuchillo y corto uno de los extremos de la cuerda para que pudiera incorporarse y mirarle a los ojos, y así lo hizo

Tú... no...

Su verde mirar se torno vidrioso,  un nudo se instaló en su pecho, veía fijamente la expresión de su mujer buscando algún rastro de mentira, deseaba con todo su ser que así fuera.

Fue mi segunda misión, Belgrado, cerca de la media noche

¡Cállate! No quiero escuchar

Aleksandra Nicolic, mi segunda identidad falsa... seguíamos a tu padre a la salida de un restaurante, no sabía cómo lo abordaríamos, hasta que el auto de sus escoltas se estrelló contra los árboles que rodeaban la carretera y luego el auto donde el viajaba se había detenido, yo apuntaba en dirección al vehículo, pero no dispare, ya el trabajo estaba hecho

Mundos Paralelos (Season Two)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora