Una historia jamás contada, ambos reinos prefirieron callarla, ambos reinos acordaron nunca más hablar sobre el porqué nadie podía pasar al otro lado de la frontera.
Una historia que están a punto de conocer...
Los personajes no me pertenecen.
UA me...
¿Qué pensarías tu acerca de vivir en un mundo tan diferente al nuestro y a la vez tan similar?
Un mundo donde no existe división de países, solo dos reinos. Dos reinos fantasticos cada uno con sus propias peculiaridades.
El primero, el Reino humano, gobernado por toda la descendencia de la familia Todoroki, un lugar con monarcas que visten de lino muy fino, caballeros con armaduras de plata, magos y brujas que se encargaban de hacer hechizos y curaciones, y los aldeanos que se encargaban de la agricultura y ganadería del reino.
Por muy marcada que estaba las clases sociales los gobernantes siempre fueron justos con su pueblo, se encargaban muy bien de la distribución de bienes y nunca se oyó de un alza en los impuestos, prácticamente un lugar hermoso y muy cómodo para vivir.
El segundo reino. El reino de los dragones. La familia Kirishima siempre habían sido los monarcas del lugar, con un récord invicto en los torneos que se realizaban para elegir al siguiente gobernante.
A diferencia del reino humano, los dragones no se dividían en clases sociales por sus poderes o su dinero. Sus divisiones se hacían en base a su fuerza. El más fuerte era el que tenía más poder, es por ello que al año tenían varios torneos para tomar las más importantes decisiones del pueblo. Y una vez al año alguien retaba a la familia real, si ganaba él sería el nuevo rey, aunque la familia Kirishima nunca perdió.
El reino de los dragones estaba repleto de criaturas fantásticas: Reptiles gigantes con alas enormes, híbridos que tenían varios rasgos de dragón mezclados con rasgos humanos, y los más extraños eran aquellos que tenían forma humana y podían transformarse en terribles bestias lanza fuego a voluntad propia.
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—Hoy volví a ver a esa niña, cerca de la frontera —contaba el pequeño Kota a su tío mientras ambos continuaban recolectando las manzanas de esa cosecha.
—Kota, ya te dije que no tienes que jugar cerca de la frontera, es muy peligroso.
—¡Pero tío Deku! —hizo un pequeño berrinche— nosotros somos los mejores amigos, Eri es una híbrido. Tiene alas que son un poco pequeñas pero estoy seguro que ya crecerán, sus ojos son rojos y además puede escupir fuego.
Con cada palabra el rostro del pequeño se iluminaba aún más, daba tanta ternura que Izuku no tenía el corazón para prohibirle conocer a esa niña.
—Bien... —habló el peliverde dejando su canasta de manzanas en el suelo— si esa niña es tan genial como dices, llévame a conocerla.
—¿Enserio? —el menor saltó de alegría tirando algunas manzanas de su cesta— ¡Te prometo que te agradará! ¡Ella es muy genial y además es muy buena persona!
—¿Qué te parece llevarle algunas manzanas?— levantó las que Kota había tirado al suelo cuando se emocionó.
