¡Juro que te acordaras de mi! (Dio x reader)

Elizabeth

En el pasado

Como ya deben saber Dio nació siendo pobre y ganaba dinero jugando ajedrez a lo cual un día de esos una niña de su edad se le aserca ofreciendole jugar un poco diciéndole que si le gana le daría dinero pero que si perdía no pasaba nada Dio un poco confundido aceptó, ¿porque alguien querría jugar sin ganar nada?
A Dio le costó bastante trabajo pero al final salió victorioso.

-Wow, eres bueno, nunca nadie podía venserme- dijo la niña con una sonrisa - ¿puedo saber tu nombre?

-Dio- contestó fríamente

-¡Mucho gusto Dio! Me llamo Elizabeth pero puedes llamarme Liz-

-No creo que nos volvamos a ver Elizabeth- dijo Dio empezando a levantar sus cosas para retirarse

-todavía que me arme de valor para por fin hablarte-

-me suena a acoso-

- Q-QUE, NO- exclamo Liz agitando las manos del nerviosismo - simplemente este lugar queda camino a mi casa ya que voy a comprarle medicinas a mi madre enferma y pues... Me pareció interesante que jugaras bien ajedrez-

-No puedo creer que seas tan idiota como para contarle tu vida a un completo extraño-

Liz sonrió -esque se que puedo confiar en ti - explicó empezando a abrir una paleta para después comérsela (al parecer tenía una obseción con su sabor dulce)

Y así fueron pasando las semanas, se encontraban en el local y jugaban ajedrez, solo que ya no apostaban aunque Liz le tenía que rogar a Dio para que jugarán siempre se la pasaban bien.

-toma- dijo Dio estirando la mano para darle una paleta a Liz
-¿enserio? ¿El señorito Dio me esta regalando algo? - bromeó Liz tomando la paleta con una sonrisa picara.

Como ya saben en esos lugares no había mucha seguridad por lo cual una tarde nublada Liz caminába por las calles tarareando, su mamá le había dicho que ya no nesesitaba ningún medicamento así que se podría ir a comprar unos dulces pero una persona la seguía, al páreser era joven como de unos 15 años , claramente Liz se dio cuenta y trato de dicimular tener prisa empezando a caminar más rápido y más y más para depues terminar corriendo, cuando Liz volteo para ver si había perdido al joven se dio cuenta que ya no estaba, al llegar al local donde siempre se reunían Liz y Dio ella lo saludo alegremente mientras se aserbaba, Dio la salido con una ligera sonrisa.

-Dio, estaba pensando en hoy apostar en nuestro juego de ajedrez- explicó Liz enseñando unas cuantas monedas a Dio - mi mamá dijo que lo podía usar ya que no necesita las medicias-

-trato echo- contestó Dio estrechandole la mano a Liz

Después de 30 minutos el juego concluyó al parecer Dio ganó con esfuerzo, Liz había estado practicando bastante.

-Lástima pensé que esta ves ganaría, bueno me voy a comprar paletas con el dinero que me queda- se despidió Lis alzando una mano

En el camino Liz se topo con el mismo joven al parecer le quería robar su dinero, Liz trató de defenderse, logró darle algunos golpes pero el la agarro por detras impidiendo que gritara, Liz visuliso a Dio corriendo hacia ella, de seguro estaba alucinando pero compró que no cuando se desató una pelea entre el joven y Dio, Dio logro tumbarlo para después tomar rápidamente a Liz de la mano y salir corriendo rápidamente hasta una calle lejana

-¿estas bien? - dijo Dio analizando su alrededor pero sin dejar de ponerle atención a Liz

Liz estaba absorta en sus pensamientos mirando a Dio con duda y confusión, no era la primera vez que trataban de robarle pero era la primera vez que sentía algo así

-¿porque volviste? -

Dio chisto - fue solo conciencia y te quería dar algo- Dio estrecho la mano evitando mirar a los ojos a Liz, el le entregó un listón blanco

Liz lo miró y le preguntó qué porque le daba eso

-tu cabello se vería más bonito-

Liz no pudo evitar sonrojarse

-Gracias pero, gastaste el dinero de la apuesta ¿verdad?

-al fin y al cabo era tuyo- dijo mientras le colocaba el listón a Liz -nunca he visto un cabello más hermoso-

Definitivamente era la primera vez que Liz sentía que se le iba a salir el corazón, acaso ella NONONONONO empezó a repetir en su cabeza una y otra vez

-M-me tengo que ir y gracias por todo Dio-

Liz se marchó lo más rápido que pudo sin mirar a atrás, era la primera vez que le decían bonito a su cabello aparte de que ella lo odiaba, tal vez desde ese día apresio un poco más su cabello.

-¡que allá elojeado tu cabello no significa que ya no seas la niña más idiota y fea del mundo! Grito Dio desde lejos hacíendo bosina con sus manos mientras reía

***

Presente uwu

Aparentemente Liz ya no se llamaba Elizabeth pero su apodo seguía siendo el mismo, después del reseso Dio trato de hacerle platica a Liz insistiendo en que se hicieran amigos

-¿Por que siges insistiendo? -
-tal vez porque no hay nadie como tú-
-¿a que te refieres? -
- que eres la única que merece mi compañía- dijo Dio con una sonrisa
Liz chisto - ¿se supone que es un alago? -
-me gusta tu nuevo carácter-
-¿Sigues con eso?-
-Y jamas parare hasta que me recuerdes dulzura-
-supongo que si quiero que me dejes de fastidiar tendré que aceptar tu amistad- dijo Liz mientras suspiraba

En la salida Liz se encontraba abriendo su loquer para cambiarse los zapatos (como saben en las escuelas japonesas se cambian los zapatos, perdón por no poner que estaban en Japón 😩) cuando encontró una carta Mañana en el parque después de clases, Dio
También alado de la carta abía una paleta

-Supongo que no me voy a liberar de esta-
-Eso es correcto señorita- dijo Dio mientras le tocaba el hombro a Liz , Liz dio un brinquo del susto, ese día caminaron juntos a casa,

-¿Todavía te gustan? dijo Dio señalando la paleta
-¡nunca me han dejado de gustar! Debo admitir que tengo una obsesión- Liz se quedó un rato pensante - pero yo nunca te he contado de eso, literalmente nos conocimos hoy -

Dio solo sonrió ligeramente de lado

al parecer Dio cambio su actitud con Liz desde el día de su Reencarnación, cambio bastante.