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necesito prácticar

ー¡América llegué!ー Cerró la gran puerta metálica blanca atrás suyo con su pie de un pequeño empujón, provocando un eco por el ruido en el interior del hogar, llegando por fin a su apartamento, soltando un pequeño suspiro por la nariz, cargaba con ...

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ー¡América llegué!ー Cerró la gran puerta metálica blanca atrás suyo con su pie de un pequeño empujón, provocando un eco por el ruido en el interior del hogar, llegando por fin a su apartamento, soltando un pequeño suspiro por la nariz, cargaba con algunas bolsas de plástico, despensa.

ー¡Estoy arriba! ¡En unos minutos bajo!ー A la lejanía pudo identificar al americano en el segundo piso por el grito, junto la regadera siendo abierta nuevamente, se estaba tomando una ducha.

Rusia por su parte se quitó los tenis blancos con algo de esfuerzo y cansancio por tener las manos ocupadas, dejo su calzado a un lado de la entrada para posteriormente dirigirse a la cocina y acomodar las compras. Entro a la habitación empujando la puerta con el antebrazo, escuchado de igual forma como se cerraba sola atrás suyo, le dió una vista rápida a la cocina viendo que los trastes estaban lavados y acomodados, piso limpio, mesa acomodada y todo sacudido, sonrió inconscientemente, américa se tomó la molestia de limpiar mientras el estaba afuera.

Dejo las bolsas en la isla que se encontraba en medio de la cocina, sobando sus muñecas con fastidio, por la culpa de las agarraderas, estarlas cargando toda la tarde lo lastimo, dejando unas marcas en forma de línea en su rojiza piel, sin importancia a esto las abrió para empezar a sacar su contenido, latas de comida para ellos y su perro, cereales, galletas, papitas, bebidas, leche, harina para postres, etc, etc.

Saco una caja grande de cartón, feliz por haberla comprado, solo eran chocolates bañados en caramelo, le dió el capricho de comprarlos y más porque al parecer tenían licor así que con más ganas los compro, la cajera lo vio raro pero supuso que era por que contenían alcohol así que no le tomo mucha importancia.

Mientras la inspecciona de mejor forma se notaba una pequeña advertencia en la parte izquierda de la caja que lo dejo intrigado, letras de color rojo informaban: "tome solo una porción de chocolate sugerida para el consumo, no coma más de dos en un solo día" esto lo dejo extrañado no había notado el aviso cuando los puso en el carrito, supuso que tal vez el licor que tenía el alimento era algo fuerte, no le dió más vueltas al asunto.

Dejo la caja con los bocadillos a un lado de la estufa para comerlos después con el norteamericano, mientras empezó a acomodar las compras tranquilamente y tirar la basura de los empaques que no necesitarían, empezó a tararear una pequeña canción pegadiza que había escuchado en el supermercado, la buscaría luego.

Escucho como unas patitas se acercaban a la cocina, identificando al dueño de estas fácilmente.

ー¡Max! !Ven cariño!ー Se volteo a la puerta de la cocina esperando a que el animal entrara, dejando de acomodar lo último que le faltaba y abrir una lata de alimento para perros.

Max al llamado, empujó la puerta con la pata y entrar con su amado emocionado al verlo nuevamente, pero más al oler y ver la lata de bocaditos para el, dando vueltas, sollozando y pidiendo por un bocado.

¡Hey Baby! | RusAmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora