🌙•̩̩͙⃟•̩̩͙. ཻུ۪O64

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Primer antojo nocturno. . .

Noche exageradamente oscura, la llena luna siendo tapada por esas extensas nubes que se enontraban en ese cielo estrellado

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Noche exageradamente oscura, la llena luna siendo tapada por esas extensas nubes que se enontraban en ese cielo estrellado.

América de poco a poco se levantaba de su profundo sueño, sacado de órbita al recién levantarse.

Parpadeo un poco, aún boca abajo y abrazando su almohada miro el reloj en su mesita de noche, entrecerrado los ojos para tratar de mirar mejor ¿Las 4:23 am?.

Pensaba que ya había amanecido, cerró los ojos e inconscientemente buscaba con la mano al menor, palmeando la cama del lado contrario tratando de encontrarlo, de paso manosear un rato o acurrucarse.

No lo sentía, incluso la cama se sentía muy vacía, abrió los ojos por completo y mirar a su derecha, recargando en sus antebrazos aún acostado, rusia no se encontraba ahí, bostezo sin preocuparse, de seguro fue al baño, miro por arriba de su hombro a la puerta que tenía en frente de la cama para asegurarse, el baño tenía la puerta cerrada y las luces apagadas.

Cómo estaba a dormilado su mente no procesaba bien, empezando a preocuparse por el menor, se sentó en la cama con demaciado sueño al ser muy temprano, rascándose la cara un poco, tenía que rasurarse.

ー¿Russ?ーPregunto al aire, su voz un poco más ronca de lo normal esperando mínimo un "aquí" o "que" pero solo escucho un profundo silencio y las cortinas moverse de un lado a otro por la ventana abierta.

Se destapó con la intención de levantarse de la cama e ir a buscar al menor, sentándose en la orilla de la cama y agarrar fuerzas, mientras pensaba en dónde podría estar empezó a ponerse sus pantuflas para el frio a regañadientes, levantó su cuerpo de la cama con un pequeño empujón, primero fue a checar al armario donde los dos tenían su ropa colgada y limpia, era como un pequeño cuarto, abriendo la blanca puerta y prender el foco, entrecerrado los ojos por la potente luz, en unos segundos se acostumbro y trato de divisar al ruso, no estaba.

Apago la luz y cerró la puerta atrás suyo, camino con cuidado por la habitación al estar todo oscuro, la poca luz que había entraba por la ventana gracias a la luna, que aún la cubrían las delgadas nubes.

La puerta del cuarto estaba abierta, lo asustó un poco, siempre la dejaban cerrada antes de ir a dormir.

Despacio se acercó a la salida de su dormitorio y mirar el pasillo que conectaba las demás habitaciones, con la esperanza de cruzar miradas con el ruso, sin éxito.

Estaba nervioso, nunca le había tocado que rusia no se encontrará en el cuarto acostado a la hora de dormir, mucho menos que la puerta se encontrará abierta, salió del cuarto despacio para empezar a caminar por el pasillo en silencio.

¡Hey Baby! | RusAmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora