Se por el habla de la gente que quien deja sus problemas de lado por ayudar en los problemas de otro es alguien valiente, que se atreve a pudrirse por dentro mientras ve feliz a alguien que puede que conozca a la perfección como puede que horas atrás ni en la calle un cortes hola se hubieran dicho. Eso siempre hago y siempre hice, poner a los demás antes que yo o por lo menos yo lo veo así, ahora pensándolo de esa forma también he podido escuchar a las personas decir que en eso tienes que ser egoísta, pero yo no puedo, porque lo único que me mantiene en pie es ver a las personas en la calle y a mis amigos sonreír, sonreír de una manera libre, sin ningún sentimiento de culpa o remordimiento, sin tristeza alguna en sus delicadas expresiones.
Gracias a ese tan diminuto momento sigo viva, porque si algún día uno de ellos cae yo seré su soporte, sostendré su mano de una caída libre, romperé mi rajada columna de yeso para sostener la cuerda de la que están atados, no me importa quedarme sin soporte porque se que ellos están bien, solo quisiera poder adelantarme en el tiempo y saber si alguien lo hará por mi en algún momento.