Aprendiendo a amar- Ash Lynx

Los Angeles

P.O.V Darah

Estábamos estacionados en un tipo de bosque, era de noche y el frío ya se había apoderado de mis huesos. Mis pálidas manos temblaban y mi piel estaba erizada.

Sentí la presencia de el delicado rubio a mi costado brindándome un poco de calor corporal.

Ash-¿Necesitas una manta, enana?-negué con la cabeza.

-Estoy bien así, gracias por preocuparte-agarró mi mano con cuidado de no lastimarme.

Ash-Se ve bastante fea la herida, cuando lleguemos a Los Ángeles te la curaré mejor. Es mejor ahorrarnos problemas innecesarios.

Ambos nos miramos fijamente con una sonrisa bastante boba.

-En verdad tienes toda la cara de un lince, ya entiendo el apodo-ambos reímos.

Ash-¿ah si? Tú tienes cara de sapo-sacó su lengua en forma de burla y yo repetí su acción escuchamos a Max carraspear por que no encontraba el camino- apuesto a que tomó un giro equivocado.

Shorter-estoy harto de viajar en este camión, mi culo está duro como una roca.

-Es fácil quejarse chino, todos estamos agotados de dar vueltas es este jodido camión, créeme-se escucharon pasos por en medio de los árboles.

Señor x-estoy hambriento. Quiero algo de comida-Ash se alarmó y salió de el vehículo con su arma tras la espalda.

Ash-¿¡quien anda ahí!?-un hombre con bastante barba y un gorro nos apuntaba con una linterna.

Señor x-Dígame usted. ¿Quienes son?-Max se le aproximó rápidamente.

Max-¿puedes decirnos como llegar a Los Ángeles?-Ash también se acercó a ese extraño hombre.

Señor x-¿que? Estás en Los Ángeles.

Max y Ash-¿Estamos?-todos echamos a correr por los árboles hasta llegar a un tipo de campo y en efectivo, estábamos en Los Ángeles y era precioso.

Mis ojos brillaban demasiado por la felicidad que portaba ese lugar para mi.

-Es sencillamente hermoso-Shorter se acercó a mi y pasó su brazo por mis hombros.

Shorter-¿nunca has visto algo así?-negué- pues observa bien, es de las cosas más preciosas que verás.

Sonreí y me apegué un poco más al chino.

-no he sido tan afortunada de tener una vida de lujo nunca, las mejores vistas que pude tener fueron los preciosos ojos de mamá. Eso si era hermoso-la sonrisa que tenía se volvió más melancólica que feliz.

Noté la mirada fija de el rubio en mi nuca, y no se veía tan contento como los demás.

Ash-no es por cortar el buen momento pero es mejor que vayamos a descansar un rato, va a ser un día agitado mañana-después de decir eso se aproximó a nosotros y le dio una fría mirada a su amigo peli morado.

Shorter y yo nos miramos y nos alejamos casi al instante por el raro comportamiento de el rubio.

Shorter- es mejor que vayamos al camión-asentí y fuimos allí. Me puse al lado de Ash y parecía ignorarme.

-¿que te pasa?-agarré su cara e hice que me mirase a los ojos.

Ash-nada, ve con el chino-sonreí un poco.

-¿estás molesto por lo que pasó con Shorter?

Ash-¿quien, yo? No-reí bastante burlona.