𝐈𝐀𝐋|| I will love you until the day after forever
Raquelle Argent llegó con su hermana, Norah, a Beacon Hills en un intento de hallar paz pero nada de eso resultó cuándo su madre y hermana murieron a causa de un alfa psicótico en busca de venganz...
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—¿Hola?
—¿Tienes ganas de venir a la escuela y hacerle la broma al entrenador Finnstock por su cumpleaños?
—¿Me pasas a buscar tú?
—De hecho...
La bocina del Jeep de mi amigo suena provocando que yo refunfuñe.
—¿Que tanto te costaba avisar antes?
—Es que te tardarías el doble, y-
—Espera que ya bajo.—Le corto la llamada.
Miro a mi costado y veo a Aiden durmiendo con los brazos detrás de su cabeza. Una sonrisa se asoma a mi rostro.
Me agacho de la cama y me coloco mis pantalones seguido de una camiseta de por ahí y luego mis zapatillas.
Empiezo a abrir la puerta con cuidado y salgo del departamento, bajo las escaleras y salgo afuera.
La luz de la pantalla del celular de Stiles ilumina su rostro por lo que me permite ver sus expresiones.
—¿Que estás viendo, baboso?—Digo abriendo la puerta y sorprendiéndolo al mismo tiempo.
El teléfono de él resbala de sus manos y cae en el asiento del lado en el que me voy a subir.
—¿Enserio estás viendo Star Wars en este momento?—Le pregunto con incredulidad. El vídeo sigue reproduciéndose por lo que puedo ver el beso del tan amado shipp Reylo, o sea Kylo Ren y Rey.
—Raquelle,—Stiles carraspea tomando su teléfono y pausando el vídeo. Yo aprovecho y me empiezo a subir.—no hay horario para ver esta joya cinematográfica.
Cierro la puerta lentamente mirándolo.—Si...Claro, rarito.
[...]
—Stiles, apunta bien la maldita linterna.—Le reclamo a mi amigo.
Literalmente la luz se mueve en diferentes direcciones, menos en el camino.
—Lo siento, ¿okey?, trata tú de llamar a alguien y tomar un linterna.—Me dice.—Scott, trae tu maldito trasero aquí. Tenemos una misión.
Al oír el nombre del moreno, me acerco a Stiles y pego mi oído a su teléfono.
