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CIARAN

ME despierta una música suave y sé que es mi mejor amigo Adrián González, que vino hace muchos años con sus padres. Pero después lo dejaron conmigo porque viajaban mucho por el trabajo.

- Tío apaga esa mierda.- le digo de mala ostia.

- ¿Qué te pasa?

- Nada, me va a explotar la cabeza.

- Ahh.- Me lo quedo mirando raro.

- ¿Qué? - El seguía como si nada preparando el desayuno.

- No se, como siempre eres tan lapa.

- Ah, como si me lo fueras a decir. Yo ya bajé la toalla hace mucho tiempo.

- Es una chica.- Entonces se da la vuelta sorprendido y con la boca abierta. - No es lo que piensas, es una chica nueva y ya en su primer día me está rallando. Pero aparte de eso es muy rara, siento algo que no es normal cuando se me acerca.

- Es decir que es su primer día y ya sientes algo.

- Adriii... - Le llamo la atención con un tono de advertencia.

- Vale, vale.

Decido dejar el tema porque me parece absurdo seguir comiéndome la cabeza con ello y me voy a clase, al llegar la veo mirando por la ventana con su melena larga asta las caderas de un tono negro azulado, realmente es asombroso. Al sentarme me doy cuenta que no me saluda así que decido hacerlo yo.

- Hola, buenos días.

- Hola.

Me contesta secamente y empieza a rebuscar en su bolso para sacar una libreta y un boli. Y sin prestarme atención llama la atención del chico que se sienta en la otra mesa de al lado y le pregunta por qué tema íbamos en la clase de biología.

- Me podrías haber preguntado a mi.- le digo con un tono bajo para que el profesor no nos escuche ya que acababa de entrar.

- Si bueno...

Noto como se mueve incómoda intentando evitarme. No sigo con el tema y dejo de pensar en lo rara que es. Aller intentando por todos los medios ser mi amiga y ahora evitándome, pero, ¿no es lo que yo realmente quería?

En la hora del descanso, se levanta ignorándome. Si cree que la voy a seguir y pedirle explicación lo lleva claro, la dejo y me bajo a mi zona de confort un árbol que está por las áreas del insti, es enorme y siempre me hace sentir tranquilo al sentarme debajo.

Entonces la veo, con dos chicas las gemelas. Ella está riendo a carcajadas, pero entonces se para de repente y ayuda a una chica que se le caller on las muletas, la chica parece asustada de las gemelas, pero entonces pare que le dice algo y ella sonríe junto a las gemelas.

Su sonrisa, su sonrisa es muy cálida y...pero en qué estoy pensando.

- Es muy guapa, ¿verdad?

Sin darme cuenta Susana aparece, pero hago como si no supiera de que habla. Y ella tan lista, por mi cara de póker, me señala a Hanna.

- No me he fijado.

- Pero la estabas mirando.

- ¿Y?

- Pues no me digas que no te fijaste cuando llevas un buen rato mirándola sin apartar la mirada.

- Susana no empieces con tu celos.- Le digo irritado.

- ¿Celosa yo, y de ella? No gracias.

- Ya. Hh

Conozco a Susana desde que tenía doce años y desde allí me lleva siguiendo a todas partes y siempre que una chica se acercaba, no la volvía a ver, era como si desaparecieran.

El demonio quiere a Hanna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora