Rock, Sangre y Amor [Cancelada]

IV. Skumfuk.

"Self-degradation and one that keeps speaking over and over again of the battle he was losing with himself and how much he hated himself for it".

Nacido el 1 de Julio del año 2159; Shinsou Hitoshi.

Shinsou siempre fue temido por sus "amigos". El uso de esa palabra significa muchas cosas desde ciertas perspectivas; para Shinsou no era la excepción. Ser considerado un "villano" de manera no irónica por las personas que lo rodeaban, al punto de declararse "quirkless" o directamente no decir cuál era su quirk a las personas que le preguntaban acerca de eso.

Para él, era injusto. No tenía culpa por tener aquel quirk. Mejor dicho, ¿era necesario siquiera tener quirks? ¿Por qué vivía en un mundo de poderes divertidos con una sociedad que juzgaba a la mayoría?

Qué preguntas, ¿no?

Regresando al tema, Shinsou se sentía solo por el alejamiento de las personas al saber sobre su quirk. Era el hijo único de una ama de casa y de un médico. Shinsou no vivía con los mejores lujos, pero tampoco en la peor pobreza. Shinsou solía explorar los rincones de su casa cuando no tenía ganas de manejar bicicleta en el exterior. En una de sus tantas "aventuras" se fue a parar en el sótano. Ahí encontró una guitarra.

El pequeño Shinsou sabía que era eso, era un instrumento llamado "guitarra". En sus clases de música veía y escuchaba a sus compañeros tocar la guitarra. Le fascinaba el sonido que creaba aquel instrumento, así que encontrar una en su sótano lo puso de muy buen humor. Le preguntó a su madre de quién era la guitarra; la señora Shinsou le respondió que era de su padre.

Hitoshi le consultó, en aquel tiempo, a su mamá si podía tener clases extras con el profesor de música de su escuela para aprender guitarra. Ella dudó con una mueca y no respondió.

Shinsou cuestionó como todo niño el porqué de no recibir una respuesta, siendo evitado un poco por su madre al simplemente irse a su cuarto, dejando al pequeño Hitoshi mirando su ahora guitarra con tristeza. Hitoshi no se iba a rendir, iba a aprender a tocar guitarra. Una vez le preguntó a su profesor de música si podía tocar una guitarra.

"Un villano en potencia como tú, no debería tocar guitarra".

Sus compañeros se rieron de él, mientras guardaban todos los instrumentos en un armario. Shinsou... Quería llorar. Y lo hizo. Lloró frente a sus compañeros. No le importó en ese momento. Su profesor tuvo un pulso de humanidad e intentó calmarlo. Era normal que al ser un niño llorara después de la gran humillada que acababa de recibir. Sus padres fueron notificados del incidente. Su padre trato de calmarlo comprandole un par de caramelos.

Aquellos caramelos eran solo para calmar una injusticia e impotencia ocasionada por la insensibilidad de una sociedad egoísta, además de una peligrosa despreocupación por parte de los padres. 

Shinsou se comió ese caramelo. Era de limón, muy delicioso. Lo saboreó en su pequeña boca mientras caminaba agarrando la mano de su progneito peli-morado. Al llegar a casa subió a su habitación. La vio allí, su guitarra, apoyada en una de las paredes de su habitación. La tomó y tocó un par de notas incoherentes y sin sentido.