Tiempo Actual.
Pov Narrador.
“A veces el amor es como la magia… Algunas veces es real y otras veces es solo una simplemente ilusión, por eso nunca ames de más”
Aquella frase había sido escuchada por primera por Toni en su segundo año de universidad, su abuela la señora Marie Topaz había llegado de visita a Nueva York y en esa ocasión había conocido a la pelirroja, ella había visto el amor que ambas derramaban con sólo mirarse, sin embargo también había visto la entrega total que su nieta tenía hacía la pelirroja… En aquel momento Toni había reído al finalizar aquella frase.
-Abuela, no tienes de que preocuparte… Cheryl es mi magia real completamente real- había sido su respuesta… Pero ahora, justo cuando el calendario mostraba la fecha 1ro de Enero y el reloj marcaba las 11 de la mañana, Toni había descubierto que su abuela tenía razón… Una soledad y dolorosa realidad la acobijaba y sus únicos recuerdos con la pelirroja a partir de ese momento eran las fotografías repartidas por toda la casa, los momento llenos de amor y placer que ahora vivirían solamente en su memoria y aquel vestido que aún llevaba en su cuerpo.
Sus ojos estaban irritados y su cabeza dolía por las incesantes horas de llanto, entre sus manos aún sostenía aquel trozo de papel que había destruido los que para ella fueron años maravillosos. La morena aún no comprendía como aquella hermosa mujer había sido capaz de destruirla así.
-¿Porqué? ¿Hice algo mal? ¿No te amé lo suficiente?- eran las preguntas que rondaban por su mente mientras las lágrimas brotaban una vez más de sus ojos, había pasado las últimas horas acurrucada sobre el gran sofá a la espera de que Cheryl cruzará por aquella puerta y le dijera que todo había sido una broma pero muy en el fondo de su mente la morena sabía que eso no sucedería… El timbre de la puerta principal la hizo reaccionar, se colocó de pie sin ánimos y camino hasta quedar frente a la puerta, limpio sus mejillas y arreglo un poco su cabello para finalmente abrir la puerta y comenzar a caminar de nuevo hacia la sala principal, no se molesto en ver de quién se trataba pues ya lo sabía, era Verónica.
-¿T, Porqué no llegaron al desayuno familiar?- preguntó aún sin ver a su mejor amiga- Toni, te estoy hablando… acaso ¿interrumpí algo? – preguntó cuando observó a la morena aún con el vestido de la noche anterior- ¿Toni?- La morena no podía hablar y tampoco deseaba girarse, sabía que si veía a su mejor amiga a los ojos se derrumbaría por completo y jamás podría repararse, por lo que simplemente decidió extender su brazo haciendo que aquel trozo de papel quedará frente a la pelinegra quién lo tomó entre sus manos para leerlo.
-Toni…- susurró y rápidamente fue hasta su amiga para abrazarla, Toni sé giró aferrándose así al cuerpo de su amiga para dejar salir las lágrimas que estaba reteniendo desde que la pelinegra puso un pie dentro de la casa- Lo siento tanto Toni… de verdad lo lamento- dijo y dejó que las lágrimas de su amiga empaparan su camisa.
Minutos después Toni se separó de Verónica con sus mejillas totalmente empapadas, el corazón de Verónica se hacía diminuto al ver a su mejor amiga así, pero debía ser fuerte, debía de estar para ella.
-Q…quiero que le pidas a… toda la familia… que vengan pero… no les digas nada- dijo Toni con un poco de dificultad debido al enorme nudo que sentía en su garganta- Yo… tomaré una ducha- dicho eso se giró y comenzó a caminar hacia los escalones para después subir hasta la que hace un par de horas había sido la habitación que compartía con la que ella creía era el amor de su vida…
