Pov Toni.
Después que observamos a Penélope retirarse solté un suspiró…Quizás si me había pasado al hablarle así, pero su mala actitud nos comenzaba a estresar.
-Lamento mucho lo ocurrido- dijo Fangs disculpándose- No creí que ella fuese reaccionar así, ninguna madre lo hace… aunque creo que en este caso ¿ninguna es su hija, cierto?-
-En realidad todas los somos- respondió Minerva mientras en el rostro de Fangs se formaba una mueca de confusión- Déjame te explico…tanto Anne y Penélope son como madres para casi todas nosotras que no tenemos una, ellas nos han amado, nos han apoyado y han estado en todos nuestros momentos buenos, malos e importantes- culminó Minerva.
Hablamos un par de cosas más con Fangs, Polly, Verónica y Mamá le dieron un par de ideas extras que les gustaría ver en la boda y finalmente nos despedimos para irnos cada una a nuestras casas…
A la mañana siguiente hice mi rutina diaria, tomé un relajante baño, revisé un par asuntos pendientes así como documentos de los nuevos casos que tendría bajo mi cargo y cerca de las 10am tomé las llaves de mi auto, iría a comprar un par de arreglos florales para después visitar la tumba dónde ya descansaban mis bebés.
-Al parecer llego justo a tiempo- Escuché que habló una voz tras de mi cuando estaba a punto de subir a mi auto, me giré lentamente y la observé- Hola Antoinette, ¿cómo has estado?…-
-Señora Roseanne… ¿Qué hace aquí?- Pregunté mientras la observaba acercarse-
-Espero no ser inoportuna… Pero estoy aquí porque quiero hablar contigo- me respondió, solté un suspiró pesado- Prometo no quitarte mucho tiempo, el chófer me espera afuera- cerré mis ojos por un instante pidiendo toda la paciencia del mundo para con Roseanne y luego de unos segundos la invité a pasar a la sala principal-
-¿Desea algo de beber?- pregunté y ella negó, tomé asiento en el sofá quedando así frente a ella-
-Yo… yo quisiera pedirte una disculpa Antoinette, una disculpa por todo lo que hice, dije o te hice sentir años atrás. Nunca dimensioné el daño que mi actitud podía llegar a tener... En el fondo siempre supe que serias una gran esposa para mí nieta, siempre supe que contigo ella tendría amor de sobra, que tú la harías feliz… yo siempre lo supe, sin embargo lo que ella te hizo no tiene justificación- observé como sus ojos se cristalizaban y sentí un nudo formarse en mi garganta- Por favor Antoinette, te ruego me puedas perdonar por todo el daño que las mujeres Blossom te hemos ocasionado- rápidamente limpié la lágrima que comenzaba a descender por mi mejilla-
-Señora Roseanne, si algo aprendí luego del abandono de su nieta es que para ser feliz yo debía aprender a perdonar… Asimilar el abandono de ella fue cuestión de un par de meses en los que simplemente me di cuenta que ella hace mucho había dejado de ser mía, que sus pensamientos ya no eran dirigidos hacia mí, que mis caricias besos y abrazos ya no la hacían sentir nada, que cada viaje que ella tenía era un escape para alejarse de mi… Con el pasar de los días he aprendido a perdonar, en muchas ocasiones ha sido muy agotador, pero aquí estoy siendo más fuerte como jamás lo fui- ella no había dejado de llorar desde que comencé a hablar al parecer si estaba arrepentida, quizás y hasta la persona más cruel merece ser perdonada- No soy quién para negarle un perdón señora Roseanne, por eso este día la perdono por todo lo que pudo haber sucedido entre nosotras- solté mientras sentía como un enorme peso desaparecía de mi cuerpo, ella se colocó de pie y antes de que pudiera decir algo me rodeó con sus brazos-
-Gracias Antoinette, gracias- repetía mientras sollozaba. Después de un par de minutos nos separamos- Lo siento, fue la emoción- se disculpó limpiando sus mejillas para después alejarse y tomar su bolso- Una última cosa… ¿Puedo visitar la tumba de los bebés?- preguntó y yo le sonreí mientras asentía-