𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 2

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_ No _ expresé rotundamente.

_ Por favor, es solo una fiesta _ insitió Leila.

_ Es una fiesta a mitad de semana, no solo va a ser díficil escaparme de casa, sino que además no voy a poder levantarme mañana, y no se ustedes, pero yo necesito mantener mis notas si quiero entrar a una buena universidad.

_ ¿Alguno me va a ayudar a convencerla?

_ Tiene razón, hay una fiesta casi todos los dias y son todas iguales, asi que no se pierde de nada _ Valentin estaba de mi lado.

_ Pero es la primera del año _ Leila era bastante persistente, pero por suerte en dos minutos sonaría el timbre y todos volveriamos a nuestras aulas.

_ Voy a la del sabado, te lo prometo. No sigas insistiendo.

Se quedó callada y no dijo nada mas. Supongo que habia aceptado su derrota.

El resto del día fue bastante agotador, mas después de la intensa clase de gimnasia. Llevaba tres meses sin hacer ejercicio, y me sentia como si hubiese corrido una maraton.

_ Te ves como la mierda _ reia Valentin mientras manejaba.

_ Me siento como la mierda. Pienso dormir hasta el año que viene.

Cuando por fin estacionó frente a mi casa, mi cansancio desaparecio de repente y mis ojos se abrieron de par en par al dirigir mi vista hacia el garage.

_ ¿Ese no es el auto de tu hermano? _ yo asentí. Reconocería aquel vehiculo en cualquier parte. Era un Nissan Z color azul metalizado que nuestros padres le habian regalado cuando ingresó a la universidad, por lo que no pasaba desapercibido.

_ No puedo creer que el muy idiota no me haya dicho que venia, hablé con el ayer a la noche.

_ Seguro queria sorprenderte.

_ Sabe que no me gustan las sorpresas. Después de abrazarlo, lo voy a golpear tan fuerte que se le van a salir los intestinos por la boca _ dijé con una divertida sonrisa que me hacia lucir como una psicópata

_ Tan tierna como siempre _ rio Valentin.

_ Lo sé _ tiré mi cabello hacia atras en modo diva _ nos vemos mañana _ lo salude con un beso en la mejilla y sali corriendo del auto.

Mi hermano, al escuchar la puerta de la casa abrirse y luego cerrarse, saltó por encima del sofa y vino corriendo directo a mi para sostenerme entre sus brazos mientras me daba vueltas en el aire.

Aquel ser humano, si es que se le puede decir asi, se habia llevado los mejores genes de la familia, tanto asi, que cualquiera que nos viese por la calle no pensaria que somos hermanos. Lo único que teniamos en comun era nuestro cabello, aunque el de este era corto. Sus ojos eran de un imponente azul, y la altura que a mi me faltaba, a el le sobraba.

_ ¡Enana! _ me apretujo tan fuerte que parecia que el oxigeno iba a desaparecer _ te extrañe muchisimo.

_ Yo tambien te extrañe, pero quiero que mis pulmones sigan intactos _ enseguida aflojo su agarre y nos separamos, para que a continuacion, y sin borrar la sonrisa de mi rostro, le diese un puñetazo en el hombro.

_ ¿Por que fue eso? _ pregunto abriendo bien grande los ojos.

_ Eso es por venir sin avisar. Sabes que odio eso.

_ Veo que no cambiaste mucho, preciosa _ su voz provoco que un escalofrio recorriera todo mi cuerpo. Habian pasado años desde la ultima vez que la escuche, y todavia tenia el mismo efecto en mi.

Estaba tan emocionada de volver a ver a mi hermano, que ni siquiera lo habia registrado, pero ahi estaba. Pablo Alvarez. El primer chico que me gusto. El pelinegro de ojos verde esmeralda, que me llevaba dos cabezas y que habia sido protagonista de mis primeros sueños húmedos.

𝑫𝒆́𝒋𝒂𝒎𝒆 𝑨𝒎𝒂𝒓𝒕𝒆 (𝑩𝑰𝑳𝑶𝑮𝑰𝑨 𝑫𝑬𝑱𝑨𝑴𝑬: 𝑳𝑰𝑩𝑹𝑶 1) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora