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🕊 Capítulo Editado 🏁

Allí estaba México, sentado con su grupo de amigos, los latinos, pero no les prestaba atención, miraba atentamente su teléfono. En este, la cuenta de Instagram de una de las pocas latinas femeninas, Argentina. Esta ya no se juntaba con ellos, ¿por qué?, fácil, luego de la guerra de Malvinas y varios acontecimientos entre ellos, privados, se dejó de comunicarse tanto con sus ''amigos''. Si se juntaba con ellos en las reuniones, si intentaba hablarles e integrarse en las conversaciones. Pero ellos la ignoraban, un día, ella se hartó de esto y dejó de intentarlo, se alejó de ellos, y al parecer comenzó a juntarse con Japón, luego con los hermanos Corea, China, Ucrania, unos nórdicos y hasta Rusia, sus amigos aumentaban cada vez más, no se sabía su lugar económicamente, no se veían más vendas en su cuerpo, excepto por las muñecas y el cuello, nunca dejó de cubrir uno de sus ojos. Ahora sonreía.

─ ¡Eh! México, baja de las nubes weon, tu teléfono hasta se apagó porque no lo usabas, solo lo tenías prendido porque sí, ¿en qué tanto piensas? ─ Oyó la voz de uno de sus hermanos de corazón, Chile, volvió su vista al teléfono y luego a Argentina, quien se sentaba en las mesas de adelante con sus nuevos amigos, parecían estar tan animados y felices, reían a carcajadas... Como solían hacerlo ellos.

─ Nada importante we, ¿qué hacemos?, ya me aburrí de estar aquí.

─ Ni idea de qué queri' hacer, nosotros estamos hablando bien bacán, no te apestes.

─ Es que ustedes son bien pinche aburridos luego de las reuniones, hablan solo de mamadas.

─ Pue' vayase si se va a chorear

─ No mames Chile. ─ Dijo finalizando la conversación mientras volvía a prender su teléfono, ahora viendo memes que encontraba por ahí.

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Al poco tiempo, el grupito de amigos, en el cual estaba Argentina, comenzaban a retirarse aún mientras hablaban, veía como ese japonés se trepaba a su espalda, y ella parecía no quejarse, el surcoreano abrazando su brazo, y ella parecía no quejarse, el ucraniano tomando la mano de su otro brazo, y ella parecía no quejarse. Simplemente le hervía la sangre ante ello, Argentina nunca los dejó tener tanto tacto, debido a que su cuerpo para ese entonces era bastante frágil y débil, nunca dijeron nada ante ello, más respetaron su decisión, pero verla ahora con esos pegotas enanos... Lo detestaba.
La voz de sus amigos lo bajaron de su nube, anunciandole que ya se estaban yendo, y si no se apuraba lo iban a dejar atrás. Este se levantó de su lugar con sus cosas y comenzó a caminar junto a ellos, aún pensando en Argentina.

─ México, hoy estás muy callado, ¿pasó algo? ─ Preguntó ahora el pequeño de estatura, Perú, algo preocupado por su amigo cercano. Al no oír respuesta de él y ver su expresión decaída, se dió cuenta de la situación. ─ Yo también la extraño pe... Pero no podemos hacer nada, no la podemos obligar a estar con nosotros... También fué nuestra culpa...

─ ¡Lo sé!, p-pero... ¿¡No te diste cuenta!? Esos enanos soy muy pegotas con ella, la abrazan, le toman la mano, se restregan contra ella, ¡y ella no les dice nada!... Argentina no nos dejaba hhacer nada de eso a nosotros...

─ Sabes muy bien que no nos dejaba porque su cuerpo es muy fragil, sus grietas, México, sus grietas.

─ Pero antes estaba cubierta de vendas por todas sus grietas... Ahora parece no tener ninguna, solo lleva vendas en sus muñecas y cuello, ¿¡no te das cuenta Perú!?, es todo muy extraño... Es como si no tuviera más grietas... Pero eso solo pasa cuando ti-

─ ¡Apurense gansos!, no los vamos a esperar todo el día, me va a dar bronca si no vienen ya.

Perú le dió un último vistazo a México para luego comenzar a caminar algo apresurado hacia los demás latinos, quienes los esperaban impacientes. México hizo lo mismo, algo molesto por haber sido interrumpido mientras hablaba.
Al final pasaron el día en diferentes lugares, comieron, tomaron, jugaron, pelearon, cosas típicas entre ellos, ahora mismo estaban en una heladería, eran aproximadamente las 17:36pm, y estaban comiendo un postre helado luego de haber ido a merendar. Grande fué la suerte de todos al ver a Argentina pasar... Junto con sus amigos, fueron a pedir algo para luego sentarse en una mesa no muy lejana a la de los latinos, una mesa lo suficientemente grande como para todos, charlaban y reían por las estupideces dichas, Argentina tenía a China a un lado y Japón en el otro, este último estando bastante pegado a ella, pero la chica nunca demostró molestia ante ello. Llegó a su mesa una chica de la tienda con todos los pedidos que hicieron, todos siendo postres helados, pero de diferentes sabores y salsas. La expresión de Argentina cambió al ver a los latinos en una mesa cercana, su sonrisa se borró, México se ilusionó al ver que volteó hacia ellos y le sonrió mientras la saludaba, la country femenina lo ignoró y volvió su vista al frente, donde estaban sus amigos y siguió charlando animadamente con ellos. Un dolor se hizo presente en el pecho del mexicano, bajó la mirada mientras retenía sus ganas de llorar, Perú notó eso y miró a su alrededor, notando la mesa en la que estaba la chica, suspiró pesadamente, también triste y le acarició la espalda a su amigo tricolor.

─ No seas llorón... ─ Dijo el de colores rojo y blanco en un tono bajo, para que los demás no escuchen

─ La saludé... Y me ignoró, su expresión era una de disgusto Perú, disgusto...

─ Hay que aceptarlo Mex, ya no quiere estar con nosotros, no quiere juntarse más con los latinos... Odio decir esto, pero aparentemente... Nos odia, y hay que afrontarlo... ─ La voz del peruano se iba quebrando de a poco, el era el más cercano a Argentina luego de sus hermanos, y a quien más le dolió que se alejara de ellos, pero el aceptaba la desicion de la chica, y no la iba a obligar a juntarse con él.

─ Ya vengo chamacos, no me coman el postre, ¿eh? ─ Dijo el mexicano con una voz alegre fingida mientras salía del lugar, sintiendo como las lágrimas se acumulaban en sus ojos. Sintió la mirada preocupada de Perú clavada en su espalda, sabiendo que probablemente se iba a llorar a algún lugar vacío, y le dió justo al clavo, México se encontraba llorando, sentado en una banca de un parque cercano a la heladería, seguramente pondría una excusa por la cual no volvió. Lágrimas gruesas caían de sus orbes color café, se arrepentía de haberla ignorado todos esos días, de haberla dejado atrás cuando salían de la sala de reuniones, de no contestar sus mensajes, y todo lo que hizo. Pero perfectamente sabe,





























Ella no lo perdonará.




◞ུ͝⏝⃨͝⏝͝۵ི⏝͝۵ི⏝⃨͝⏝͝◝ུ⏝⃨͝⏝͝۵ི⏝͝

Aloha muchachos, aquí pokwa presentándose nuevamente, ahora con un corto no tan corto, triste. Si les gustó den laik y comenten 'Chile maricón qliao'

Saludos, tengan lindo día/tarde/noche. 💗

1188 palabras//20:23PM

🇦🇷  𝅄  𓏲୭  ۫  O͟𝘯ᴇ - 𝑆hׁׅ֮͟ᨵׁׅׅԵs ᮫  ˙꒷꒦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora