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La humillación era lo último que avivaba en él. Si bien aún podría arrastrarse, la mínima idea de mover un músculo le causaba dolor. Por primera vez se sentía inseguro en su lugar feliz. ¿Cómo algo por lo que había sufrido tanto por conseguir se volvió razón principal de su actual estado deprimente?

Ahora si quería regresar a la monotonía de su departamento, de repente el lugar que más detestaba se volvió el que más anhelaba. Pero dudó mucho de si eso podría concederse. 

Desde su perspectiva imaginó ver la figura de Jaehyun y un escalofrío logró despertarlo. De un tirón se despegó del piso y la pesadumbre en su espalda se hizo resaltar. 

Hizo como pudo para llegar y encerrarse en una de las salas viejas y fuera de uso. Al parecer tanto los guardias como el empleado decidieron omitir responsabilidades y dejarlo tirado cual basura. Nadie gustaría hacerse cargo de un posible cadáver. 

Sus ojos viajaban de un rincón al otro, la oscuridad lo sofocaba. Aquella tan preciada que alguna vez le brindó seguridad hoy era una amenaza. Algo tan simple como mantener un ritmo normal en su respiración parecía un reto impensable. Si no fuera por la ventanilla que dejaba pasar algo de luz en el techo, hubiera comenzado a gritar. 

Aún lo gobernaba aquel sentimiento de alerta y mal augurio. Mismo que se afianzó al contemplar la figura amenazante de Jaehyun frente a él. Este lo acechaba con una cara de burla tatuada, mientras Johnny se entumecía entre la mugre. 

Jaehyun realmente disfrutaba verlo así, sacaba orgullo del pánico de otros y más si provenía de alguien con la mente tan deteriorada como él. Los ojos paralizados de Johnny lo divertían aún más, pues parecía olvidar el favor por el que nunca pagó. 

"— Jaehyun, quiero que asesines a mi mejor amigo. Hacé que nadie se entere ni sepa lo que pasó. Que sea un caso sin resolver. No se merece ni un poco de aire si se dignó a robar mi asiento favorito y hasta burlarse en mi cara. Quiero que utilices la forma más macabra que tengas. "

A fin de cuentas, Johnny no era un simple infeliz que no hacía daño a nadie. Su manía iba más allá de cualquier código moral o relación más cercana que tenga. Él es su única prioridad y siempre ha sido así. Se encargó arduamente de sepultar esa realidad que se olvidó de ella. Todo aquel egoísmo.  

Y ahora, por más que lo intente no podría hacerlo de vuelta. Pero tampoco se aguantaría la idea de vivir con ello. Sin pensarlo apresuró su paso en busca de una salida entre tanta impaciencia y desespero. 

Su cuerpo perdía el control a medida que chocaba con los asientos continuamente. Jaehyun lo vigilaba sin moverse. Johnny de verdad lo despreciaba y aseguraba que si no fuera por él, su vida sería mejor y no estaría acá luchando por ella. 

El tiempo avanzaba con más rapidez y cuanto más caminaba menos encontraba. Su angustia y aquel mal presentimiento lo obligaron a llorar y a temblar de lo desconocido. La codicia de una vida ideal lo hacía repasar con más fuerza todos sus arrepentimientos. 

— ¿Qué hubiera pasado si hubiera hecho las cosas diferentes y en su lugar, tuviera una felicidad que dependiera de mí y no de algo?— comenzó a balbucear para sí mismo con el fin de hallar calma. — ¿Hubiera tenido más oportunidades, o una familia? Solo quiero una última oportunidad y prometo aprovechar la única vez que voy a vivir. Quiero que alguien me escuche como en las películas y también tener un final feliz, por favor. 

Sollozaba cada vez con más volumen, y entre una de esas; su mano choca contra algo metálico. ¡Lo lograste, Johnny, es la manija de la puerta! Alguien le había hecho caso y le dio la oportunidad que tanto ansiaba. Podría empezar de cero; una vida nueva y sana sin obsesiones que lo lleven a la locura. Nunca esperó tanto por un cambio como este, y por el cual va a seguir esperando.







a johnny le gusta el cineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora