Capítulo 13

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Riddle Manor [25 de agosto ]

"¿Estás listo?"

Hadrian se sobresaltó ante la voz, dejando caer los informes que había estado leyendo sobre el escritorio de su padre. Levantó la vista, claramente molesto por haber sido interrumpido en su aparentemente estresante tarea.

"Draco", Hadrian asintió secamente en lugar de un saludo adecuado, "intenta llamar a la puerta la próxima vez, a menos que quieras encontrarte con mi hechizo aturdidor".

Su amigo puso los ojos en blanco y se arrojó en la silla frente a donde estaba parado sobre el escritorio de caoba. Toda la superficie estaba cubierta con montones de papeles y libros de texto abiertos, y no quedaba ni un rincón sin tocar.

"Perdón por no anunciar mi llegada correctamente, mi señor ", sonrió Draco burlonamente, optando por ignorar la mirada que su mejor amigo le dirigió. En cambio, tamborileó con los dedos sobre el borde del escritorio y miró a su alrededor con ojos muy abiertos y curiosos. "Entonces, así es como se ve el estudio privado del Señor Oscuro", comentó, paseando la mirada por la gran habitación, "nunca lo había visto antes".

Hadrian resopló, "He vivido aquí toda mi vida y solo he visto esta habitación un puñado de veces".

Draco se encogió de hombros, "Bueno, ahora es tuyo por el momento", hizo una pausa, señalando la entrada, "Noté que dejaste las puertas abiertas".

"Se siente menos sofocante de esa manera. Sin mencionar que se volvió irritante tener que dar permiso para que todos entraran. Especialmente porque tu padre ha estado entrando y saliendo al menos cada dos horas, solo 'revisando' cómo estoy", dijo Hadrian. su cabeza, "¿No cree que puedo hacer esto?"

El rubio se ajustó el cuello ligeramente, "Para ser justos, eres un chico de catorce años que tiene la tarea de encontrar un proceso mágico para regenerar el cuerpo de tu padre mientras lideras su ejército oscuro mientras se recupera. Cualquiera estaría preocupado".

"Estoy bien", murmuró Hadrian, rodeando agresivamente algo en la hoja de pergamino frente a él. Levantó la vista para encontrarse con los ojos escépticos de Draco, "Estoy bien", repitió con firmeza.

"Puedo ver eso", murmuró Draco por lo bajo, sonando completamente poco convencido. Se aclaró la garganta, "De todos modos, ¿estás listo para irte? El padre está esperando junto al Flú y la madre ya está allí. ¿No estás emocionado? Tenemos palcos este año, justo al lado del propio ministro". Se detuvo, notando la mirada vacía y confundida de su amigo.

Suspiró, "¿No te acuerdas, verdad?"

Hadrian sacudió lentamente la cabeza, demasiado concentrado en leer el libro de texto frente a él para notar la irritación de su amigo.

"¡Hadrian! ¡Esta noche es la Copa Mundial de Quidditch!" exclamó Draco, lanzando sus manos al aire de manera dramática. "Hemos estado hablando de esto durante los últimos dos años. ¿Cómo pudiste olvidarlo?"

Hadrian se congeló, "No, no lo es. No puede ser esta noche".

Su amigo puso los ojos en blanco. "Entonces supongo que nuestras reservas están mal, los papeles están mal, las fechas impresas en nuestros boletos están mal y el permiso para usar el piso de larga distancia se emitió mal..."

"¡Entiendo tu punto!" Hadrian interrumpió, frenéticamente comenzando a apartar papeles de su escritorio. Cogió un puñado y rápidamente los hojeó, haciendo todo lo posible por leer la tinta manchada y las páginas arrugadas. "No, no, no. ¿Dónde lo dejé?"

Antes de que pudiera entrar más en pánico, de repente los papeles esparcidos por el escritorio se ordenaron en dos pilas ordenadas en la esquina, y los libros de texto que estaban abiertos al azar se cerraron solos. Hadrian dio un paso atrás en estado de shock, simplemente mirando su escritorio mientras parecía limpiarse solo. Incluso la tinta derramada que se había secado en el borde del escritorio se limpió como por arte de magia.

El encanto de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora