Capitulo 6.

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Ya faltaban dos horas para la gran fiesta de Debby y no sabia que colocarme, estuve casi que tres horas buscando un atuendo y nada. Estaba pensando si colocarme un vestido o no pero sabia que si me colocaba uno, después me arrepentiría. Me tire de golpe a mi cama exhausta por no encontrar que colocarme y tome mi celular para marcar el numero de Debby, necesitaba su ayuda ahora. Lleve mi celular a la oreja y espere a que contestara.

-¡Ally!- grito desde la otra linea, aleje el celular y toque mi oído para comprobar de no haber quedado sorda.

-¡Me dejaras sorda, estúpida!- grite de vuelta y de respuesta escuche una risa de parte de Deb.

-Alguien no esta de humor- reí sin gracia.

-Necesito tu ayuda, ahora.

-¿No has encontrado que colocarte cierto?.

-Me conoces tan bien que odio que lo hagas.

-Estaré aya en diez minutos- Colgué.

Tire mi celular por algún lado de la habitación y baje las escaleras dirigiéndome a la cocina para ir por un poco de jugo. Sonó el timbre anunciando que Deb ya había llegado. Corrí hasta el living hasta llegar a la puerta principal, y ahí estaba Deb con una maleta. Sonreí.

-¿Una maleta?- dije en un tono burlón.

-¿Estas ciega o que?- reí. Entro a mi casa y mientras que subíamos a mi habitación tuve que ayudarla con la maleta que traía, ya que no podía sola.

-¿Que traes aya dentro?- pregunte.

-Cosas- abrió la maleta- Especiales.

Saco toda la ropa que llevaba ahí y las coloco todas en mi cama, empecé a ver toda la ropa que estaba entendida en mi cama. Hubo un vestido que me había gustado mucho, se que dije que odiaba los vestidos pero no pude evitarlo ese vestido tenia algo especial que me atraía, y mucho. Lo agarre y se lo enseñe a Deb, sus ojos dieron un brillo y asintió.

-Te quedaría perfecto- sonrió- ¿Pero estas segura de colocártelo? Después no quiero lloriqueo- reí- Debby, no puedo con este vestido, quiero quitármelo, no lo soporto, me arrepiento de haberme puesto esto, no puedo caminar con esta cosa- con cada palabra que decía imitaba mi voz, que fue una falla porque yo no hablaba así.

-Esta bien- bufe- No me colocare esto.

-Te buscare algo a tu gusto- me guiño el ojo- Pero busca algo para mi- asentí. Los gustos de Deb eran muy parecidos a los míos, solo que a ella le encantan los vestidos. Mire un atuendo perfecto para ella, era un sweater azul color rey dejaba al descubierto la cintura y ombligo, unos jeas negros ajustados eran de talla alta, y de zapatos conseguí unas zapatillas del mismo color del sweater.

-¡Ya lo encontré!- gritamos al unisono. Reímos y después mostramos lo que habíamos encontrado. Por lo que vi a Deb le había gustado el atuendo que le encontré.

-Me encanta- sonreí.- Toma- me dio el traje que ella encontró. Era un crop-top vinotinto, un short de mezclilla, unas botas negras y por ultimo una chamarra negra.

-Gracias- la abrace- Dúchate en mi baño, yo me duchare en el baño de Leonardo- asintió. Agarre mi atuendo y fui hasta la habitación de mi papa para darme una ducha corta y rápida. Cuando salí del baño, me coloque la ropa y salí de la habitación de Leonardo, fui hasta mi habitación. Encontré a Deb mirándose en el espejo, sinceramente se veía muy hermosa. Volteo a mirarme y sonrió.

-Te ves diferente- se acerco a mi.

-Tu te ves hermosa.

-No quedas atrás- reímos. Deb empezó a maquillarme y realmente quede muy linda, y ella quedo muy bonita. Habían pasado las dos horas que faltaban y ya nos encontrábamos de camino a casa de Debby. Cuando llegamos ya habían personas, no muchas porque a penas era el comienzo de todo. Entramos y ya todo era un desastre, la gente bailaba y algunas ya estaban empezando a beber de esos vasos azules y rojos. A lo lejos logre divisar a Harry bailando con una chica, y Austin estaba molestándolos. Me acerque a ellos y escuche lo Austin decía.

-Vamos, Harry- dijo Austin- No seas maricón, acepta que esta noche la tendrás debajo de ti.

-¡Cállate!- exclamo.

-Si no lo aceptas no me callare- reí. Austin era un chico que le gusta mucho hacerle bullying a los demás, era un payaso en persona.

-Ya déjame.

-Harry es maricón- empezó a cantar-Harry es un maricón- Harry estaba furioso, su rostro estaba rojo de la rabia- ¡Maricón!.

-¡Que si, joder!- empujo a Austin- La tendré debajo de mi- hizo una pausa- ¿Algún problema con eso?.

-No para nada, ahora si me callare.

-Que imbécil eres- dije. Austin me miro de abajo hacia arriba y cuando llego a mirar mis ojos, me miro con cara de pervertido.

-Hoy estas... estas... sexy- tartamudeo.

-Idiota.

-Claro- se dio la vuelta y desapareció entre la gente, ya la casa se había llenado de muchas personas, todas bailaban y algunas estaban besándose. Empece a caminar y fui hasta el jardín trasero, había una piscina y también habían personas ahí. ¿A que vine? No lo se, odiaba este tipo de fiestas, ya que eran ilegales porque era obvio. ¿Que seria de una fiesta sin alcohol o sin drogas? No seria fiesta. No digo que yo lo haga, pero hay personas que si. Y eso, aunque se crea estúpido aquí en Brooklyn es ilegal.

Todo el mundo se estaba divirtiendo. ¿Y yo? ¿Yo que hacia? Nada, solo estaba acostada en el césped verde del jardín viendo el cielo de la noche, mirando a las estrellas sin una compañía, sin nadie. Estuve así desde hace unas 2 horas, y hubieron varias personas que se me acercaban, pero yo simplemente los ignoraba. De repente todo se había quedado en silencio, y minutos después no se escuchaba la música, si no los gritos de las personas y algunas se echaban a correr por la parte de atrás, donde yo estaba. Me levante de golpe de donde estaba acostada, y mire que algunos se subían a sus autos y motos y aceleraban a todo velocidad. Una chica estaba corriendo hacia mi.

-¿Que haces aquí?- pregunto histérica- ¡Corre! ¡Ahí viene la policía!- grito- ¡Iremos a la cárcel, dios mio!- se fue.

-Mierda- susurre en cuanto vi las luces rojas y azules acercarse, era una patrulla. Me di la vuelta para salir por la parte de atrás, y vi que algunas personas saltaban de un muro para escapar, corrí hasta ellos e intente subirme una y otra vez por aquel muro pero era alto y no exageraba para nada. Mire hacia atrás y vi que cuatro oficiales corrían a nuestra dirección, empece a desesperarme porque no quería ir a la cárcel, no ahora. Subí el muro y por enésima vez logre subirme, pero ya era tarde, un oficial me había agarrado del tobillo y lo había golpeado con su mano, pero no caí.

-¡No!- grite y empece a patalear para zafarme de su agarre, en una de esas le había golpeado la cara de una patada. El oficial cayo al piso y yo tuve tiempo para pasarme al otro lado, había saltado sin pensarlo y torpemente caí de culo golpeándolo fuertemente. Me levante como pude y empece a correr, no tenia casi fuerzas para seguir y en una de esas caí al suelo. Intente levantarme de nuevo pero no puedo, mis piernas fallaban. ¡Maldita sea! ¡Tengo que salir de aquí!. Los oficiales saltaron el muro y ahí fue que me rendí, estaba jodida y de esta no me salvaría, mi padre se enterara y me matara, se que lo hará. El oficial que había golpeado se acerco a mi y me agarro del brazo fuertemente, solté un gemido de dolor.

-Estas en problemas, estúpida- el y sus amigos empezaron a reír. Tenia ganas de llorar, estaba decepcionada de mi, porque pude haberlo logrado, pero no fue así y ahora estaba metida en líos. De un momento a otro, se había escuchado unos disparos. Todos, incluyéndome, volteamos a ver quien fue el causante o mejor dicho, los causantes de aquel disparo.

-Suéltala, imbécil.





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⏰ Última actualización: Feb 27, 2016 ⏰

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