Capitulo 3.

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-¿En serio le dijiste eso?- pregunto Debby mientras conducía.

Asentí.

-¿Y no te castigo?- volvió a preguntar.

-No.

-Vaya, si que tienes un padre perfecto- dijo. La mire con el ceño fruncido- ¿Qué? es verdad.

-Claro que no.

-Si yo le hubiese dicho eso a mi padre estuviera ahora mismo a tres mil metros bajo tierra- reí.

-Bueno, en eso tienes razón- soltó una carcajada. Después de lo que paso con Leonardo, me había quedado dormida y cuando desperté, en la mesita de noche estaba el desayuno. Si, fue mi papa, hasta había dejado una carta de disculpas lo cual no comprendí porque la única que se tenía que disculpar era yo.

Debby siguió conduciendo hasta el Instituto. En la radio había una canción que Debby y yo sabíamos a la perfección, las dos empezamos a cantarla sin parar, reíamos y saltábamos en nuestros asientos hasta llegar al Instituto, bajamos del auto y fuimos hasta donde se encontraba Harry.

-Hola, Harry- le di un beso en su mejilla. El sonrió.

-Hola, Ali.

-Hola, Potter- dijo Debby.

-Hola- respondió Harry.

El timbre sonó y todos fuimos a nuestras respectivas clases, a mi me tocaba Biología junto con Harry. Entramos al salón y ya los estudiantes estaban en sus asientos. El maestro entro y dio los buenos días, todos contestamos.

En la clase el maestro se digno fue en explicar un tema que ni yo misma entendí. Harry que estaba sentado delante de mi volteo hacia mi dirección.

-No entiendo nada de lo que dice- susurro.

-Yo menos.

Harry rió a lo bajito y volteo de nuevo hacia el maestro. Mire hacia la derecha y de ahí se veía la entrada del Instituto, estaba del lado de la ventana.

Algo me llamo mi atención. Justin y Selena, estaban afuera, en el jardín, peleando. Justin la tenía agarrada del brazo mientras que Selena tenía una expresión de dolor.

Rodé los ojos y voltee al frente de la clase. Notifique la hora en el reloj de pared, solo faltaban 10 minutos para salir de clases. El timbre sonó indicando la hora de descanso, salí del salón y fui hasta la cafetería. Compre mi desayuno y me senté en una mesa. Debby, Austin y Harry entraron a la cafetería y se dirigieron a donde yo estaba, se sentaron y empezaron a desayunar. Ninguno de nosotros articulaba palabra alguna, pero Debby se subió a la mesa y todos los de la cafetería, incluyéndonos, volteamos a verla.

-¡Mañana fiesta en mi casa!- grito- ¡Todos están invitados, tienen que estar a las 8:00 pm!- se bajo de la mesa, y cuando lo hizo todos empezaron a gritar de felicidad.

**

-¡No!- grite- ¡Déjame tranquila!- corrí hasta el otro lado de la calle. Austin me había perseguido desde el Instituto, y ahora quiere hecharme agua. Claro, no dejare que lo haga o eso creo.

Lo único que nos separaba era un auto. Cuando él iba a la izquierda yo iba a la derecha, y así íbamos.

-Te mojare- rió.

-No lo harás.

Austin corrió a la derecha y yo corrí a la izquierda. El me miro y sonrió, en cambio yo le saque la lengua.

-¿Porque quieres hecharme agua?- pregunte.

-Porque si.

-Hay tantas chicas- señale a una que caminaba en el otro lado de la calle- Y tengo que ser yo.

-Yo quiero hecharles agua a ti y a Debby.

-¿Pero porque?- levante una ceja.

-Porque se ven hermosas molestas- reí. Mire atrás en el hombro de Austin y vi que Debby venia hacia nosotros. Se me ocurrió algo.

-Mira quien viene- señale a Debby.

-Camino equivocado, Debby- se acerco a ella, pero ella no se dio cuenta de que Austin tenía un envase lleno de agua.

-¿Que?- me miro- ¿Camino equivocad...- no termino porque ya Austin le había hechado todo el agua en su cabeza- ¡Austin!- grito- ¡Te matare desgraciado!.

Austin quien estaba muerto de la risa, al igual que yo, se asusto y miro con miedo a Debby.

-Tonta- dijo.

-¿¡Como me dijiste!?- se acerco a Austin y este de golpe se separo de ella.

-Nada.

-¡Ven aquí, ahora!- dijo Debby enojada, se veía tan graciosa así.

-Atrápame- corrió en círculos Austin. Reí.

-¡Alisson!- exclamo Debby- Ayúdame.

-No- respondí.

Debby me saco su dedo corazón, y yo me sorprendí al verla así, si que estaba enojada. Ella corrió hasta donde estaba Austin y lo golpeo repetidamente en su espalda, vi como Austin cayó al suelo y soltó un gemido de dolor.

-¡Ayúdame, Alisson!- grito Austin. Por un momento creí que debería tener su merecido, pero después me di cuenta de que Debby se estaba pasando, enserio lo estaba lastimando. Debby sabia pelear, sinceramente me asuste. Fui hasta ellos y separe a Debby de Austin, ella me fulmino con la mirada.

-Déjame darle su merecido- se soltó de mi agarre pero yo volví a agarrarla del brazo.

-Creo que ya se lo has dado- la mire, y vi que sus ojos azules estaban oscuros. Ella miro hacia Austin y negó. Se soltó de mi agarre y agarro sus cosas para irse de donde venia. Ayude a Austin levantarse, no fue fácil pero lo logre.

-¿Estas bien?- pregunte preocupada.

-Eso creo- hizo una mueca de dolor- Si que golpea fuerte.

-Ella sabe pelear- admití.

-Ya lo sé.

-¿Quieres que te lleve a tu casa?- me miro y negó.

-Ya estoy bien- sonrió- Gracias- asentí y se fue.

Cogí mi mochila que estaba en el suelo y camine a mi casa, no tenía ganas de ir pero... ¿a dónde mas iría?. Introducí la llave en la puerta de casa y la abrí. Entre y cerré la puerta para subir las escaleras e ir a mi habitación, cuando caminaba el pasillo la puerta de la habitación de Leonardo estaba entre abierta, no quería entrar pero algo me dijo que lo hiciera. Estaba indecisa si entrar o no hasta que un sonido en la planta baja hizo que brincara del susto. Baje tres escalones y mire hacia abajo, nada. Llegue hasta la planta de abajo y mire a todas partes pero no había señal de nada. Subí de nuevo las escaleras y entre a mi habitación, ahogue un grito al mirar una silueta de espaldas, estaba vestido de negro y tenía un gorro negro que tapaba su rostro, no logre diferenciarlo. ¿Era un ladrón? ¿Querían robar mi casa? Pero... ¿que quieren robar? Si no tengo nada. Cogí la lámpara de la mesita de noche y me acerque con cuidado al ladrón que aun estaba de espaldas. Levante la lámpara y de un solo golpe la tire a su cabeza, el chico inmediatamente cayo inconsciente al suelo. Me acerque más a el ladrón y me senté en sus caderas, quite el gorro de su cabeza y casi me voy de espaldas al ver quién era. ¿Qué hace el aquí y porque intento robar mi casa?.

Problem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora