VIII; muerte

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una semana exacta había pasado desde que minho y jisung habían tenido relaciones sexuales. No había transcurrido ningún hecho interesante desde aquella noche

el único cambio notable en el rubiecito había sido el estar más pegado a su ahora novio, pedirle mimitos y contastemente su opinión sobre la ropa que utilizaba.

sunggie esperaba a su hombre despierto con una sonrisa dibujada en los labios. el pequeño rubiecito ayuda a su amo a desestresarse, ya que últimamente minho trabajaba mucho y hasta altas horas de la noche.

la palabra "desestresarse" puede ser malinterpretada por muchos, pero en realidad la forma en la que jisung le quitaba el estrés a su amo era con besitos, mimos, abrazos, entre otras cosas.

ahora se encontraban acostados en la cama, sentado a horcajadas en el regazo de minho, repartiendo besitos por todo el bello rostro del susodicho

-cariño detente, estoy bien -acaricio sus caderas, bajando lentamente hasta sus muslos

-¡no, todavía estas muy estrecho! -el contrario rió-. ¡no te rías! no quiero que estés estrecho, mañana es nuestro día especial

-¿no será tenso? -soltó una carcajada áspera-. ¿por qué dices que mañana es nuestro día especial? -arqueo una ceja

-¡honnie! -reprocho- mañana será nuestro día, iremos al centro comercial, pasearemos y lo más divertido ¡iremos a comer helado! -alzó sus brazos y los movió con emoción

-d-deja de mover las caderas, amor -las sostuvo con fuerza

-quiero ir a una feria, ¿podemos ir a una feria?

el ruido del timbre resonando por toda la casa no dejó que el pelinaranja responda

minho se puso de pie rápidamente.

una alerta se activo en el, nadie más aparte de ellos sabía que vivían allí

todos los miembros estaban dormidos, acostados o follando entre ellos.

¿alguien había salido a comprar? eso es imposible, no hace falta nada en la casa 

al observar el piso soltó una carcajada interna, jisung estaba tirado en este intentado levantarse

-Ay ¿estas bien? -asintió

-¡seguía arriba tuyo, tonto! -golpeó el hombro de su novio, el cual lo ignoro

el ruido de la puerta principal siendo abierta se hizo presente

-no te muevas de aquí a menos que yo lo diga -salió de la habitación

cruzo el pasillo, obviamente no salió de allí, se asomo agilmente sin que nadie lo note

maldecio internamente; su corazón se aceleró a mil por segundo; la garganta se le había secado y se creó un gran nudo en su garganta

christopher y parte de la mafia japonesa invadian su mansión, apuntaban para todos lados con sus armas como unos estúpidos

el único y mayor miedo de lee minho se estaba cumpliendo

con las manos temblorosas saco su arma, se veía demasiado pequeña frente a la de todos esos hombres.

le daba rabia tenerle miedo a su hermano, recordar como asesinaba violentamente a su madre lo hacía temblar y llorar

para colmo la mafia japonesa lo aterraba, no por alguna cuestión en especial, sino porque contaban con demasiados integrantes

incluso momo -la hija del patrón- se hallaba ahí, junto a su hermano ni-ki

muñequita de porcelana ☆ MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora