I; secuestro

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JiSung caminaba por el parque junto a su soledad, sostenía una flor que se había encontrado al salir de su casa, un diente de león. Caminaba tan lento que la flor todavía no se desarmaba

La brisa era tan suave que podría atar sus agujetas. Oh, hablando de eso, sus agujetas estaban desatadas.

Con su vista busco un punto en el que se podía detener a atar sus cordones

Un banco vacío fue lo único disponible más cerca que pudo llegar a ver. Se detuvo cerca de este y apoyo su pie en en la fría madera

"Tengo frío, creo que iré al café en donde trabaja HyunJinnie Hyung, espero que este sea su horario"

Se dijo así mismo

Termino de atar sus cordones y bajo su rodilla, se sentó en el mismo banco, solo un poco más alejado de el lugar en donde sus vans estaban apoyadas

Saco su celular de el bolsillo de su campera, planeaba marcarle a su HyunJinnie para confirmar si era su horario de trabajo

-Que tal, lindo ¿estás solo? -dijo una voz de repente, asustando a JiSung. Un hombre al frente suyo se estaba agachado para quedar a su altura

-Si, estoy solo, señor. ¿Tiene algun problema? -Guardó su celular nuevamente, el lugar en donde se encontraba no era tan seguro que digamos

-Me preocupo por ti, cariño. Este lugar es muy peligroso ¿sabias eso? -Jisung no contesto, aquel señor lo intimidaba- ¿Tienes frío? -Jisung negó con la cabeza- tu naricita roja dice lo contrario -Agarro la cara del menor y apretó sus mejillas

-Déjeme -saco las manos del señor de su cara

-¿Estás enojado?, ¿No quieres ir por dulces para levantar ese humor?, tengo de todo tipo

ese señor lo estaba intimidando cada vez más, pero no podía negarse a la tentadora idea de ir a por dulces

-¿De qué tipo? -el señor se sentó al lado suyo

-De cualquiera, todo lo que te imagines lo tengo -con delicadeza puso una de sus manos en la mejilla de JiSung-, ¿Vamos? -el menor asintió con una sonrisita en su rostro

El mayor se paro, ofreció su mano al menor y este la tomó gustoso, derrepente el miedo que sentía por el hombre se había desaparecido

Caminaron de la mano en silencio durante unas dos cuadras

-mi coche en realidad es una camioneta, allí hay algunos amigos, ¿no te molesta, verdad? -Pregunto el mayor mientras miraba fijo a JiSung

-No, señor. Al contrario, me divierte conocer gente nueva -Exclamo con una sonrisa dibujada en sus labios

-No me digas señor, dime ChangBin, así es mi nombre

Caminaron tanto que el parque en donde estaban ya no se veía a la vista. ChangBin lo guió hasta una camioneta blanca

-Este es mi coche, pasa -Dijo abriendo la puerta que llevaba al interior de la camioneta, JiSung entró y vio a todos los amigos de ChangBin los cuales parecían muy felices de verlo, en especial uno de ellos

sintió pena al entrar a la parte trasera del carro, solo tenía dos asientos sueltos demasiado desgastados a la vista de cualquiera, los demás estaban sentados en el piso y un pelinegro arriba de una llanta de carro.

ChangBin también se subió al carro pero en la parte del conductor

estaba apoyado en una de las paredes de la camioneta, orando para que no se abra la puerta detrás suyo

-Innie parate, dale el lugar -susurro uno de los amigos

-Pero MinHo...

-¿MinHo?, me faltas el respeto una vez más y te vendo a la mafia japonesa

-La hija del patrón es linda, hazlo porfavor

-¿Momo?, deja de decir estupideces, ¿sabes todo lo que hizo por tener un poco de reconocimiento?, lastima que su belleza solo es exterior

-Tu hiciste lo mismo pero por un estúpido crío -Se paro del asiento y vio a JiSung- ¡Ven niño!, siéntate aquí

-G-gracias, señor -dio una reverencia al chico.

Se sentó en el lugar de JeongIn, observó al hombre al lado suyo quien lo miraba atentamente, era lindo aunque su mirada daba miedo. Se acerco hacia el, más bien hacia su oído

-Vamos a tardar mucho para llegar a la casa de ChangBin, ¿no quieres algo ahora? -susurro en el oído contrario. JiSung asintió algo sonrojado por la cercanía- Toma -le entrego una pequeña bolsa de caramelos mientras se alejaba de el

-Gracias, señor -también susurro

La camioneta arranco, Han dio un saltito por el susto, pero el ruido fue a su favor para que nadie lo escuche desenredar el nudo de la bolsita

Saco un dulce y lo llevo a su boca, mastico durante unos segundos y finalmente lo trago.

Miró al rededor suyo, el chico que le había dado su asiento lo estaba viendo firmemente. Su cabeza comenzó a doler, se sentía mareado, su vista se nubló y sintió que caía sentado. Se había desmayado.

muñequita de porcelana ☆ MinSungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora