CHEER UP ➵ ʙᴛs;; ksj [✔]

O2O

pov's jo haeri

—Sí, iré a verlos hoy. —respondí, examinando mi ropa frente al espejo.

Había salido más temprano del trabajo con el permiso del amargado Señor Im para poder llegar al concierto hoy en la noche junto a SeokJin, que extrañamente aún no llega. Daba saltitos ansiosa, los días que hemos pasado juntos fueron diferentes a los del comienzo, mi estómago se sumerge en nerviosismo. De la otra línea, JiMin ríe, igual de emocionado.

—¿Y cómo va todo entre ustedes dos, tortolitos?

—Sé que él siente algo por mi, pero yo... aún no entiendo mis sentimientos.

—Te gusta. —no fue una pregunta, fue una aclaración— Deberías dar el primer paso esta noche, ¿Qué más romántico que besarlo en la primera cita?

—No es una cita, es... una salida entre amigos.

—Sí, claro. —reía, bastante entretenido con lo tímida que me siento ante el tema— Oye, que tal... —es interrumpido por el ruido del timbre, era de aquí.

—JiMin, creo que SeokJin olvidó sus llaves. Te veo luego, ¿Bien? ¡Lo harán increíble!

Nuestra llamada termina allí luego de unos segundos y su alegre exclamación de apoyo en este juego de romance barato. Terminé de vestirme, con un largo vestido suelto casual y una chaqueta negra antes de salir del cuarto, emocionada, bajé las escaleras con una rapidez sorprendente, tratando de no caer por más que usará mis típicas zapatillas desgastadas con el paso de los años. Mordí mi labio, abriendo la puerta de la entrada. Hice un mechón de mi cabello hacía atrás, ¿Debería haberlo recogido? Un moño se vería bien.

—Supongo que olvidaste tus llaves. —reí, pero entonces, a quien vi no era él— Oh —retrocedí—, ¿Necesita algo?

—Las maletas de Kim SeokJin, me enviaron a por ellas.

—¿Disculpe? —no entiendo nada, mi cabeza se siente mareada y de la nada, comienzo a sacar las cuentas claras— Usted es el chófer, lo vi cuando SeokJin llegó por primera vez. ¿Dónde está él? ¿Por qué se va así? No me llamó, yo...

—Señorita, debe darme sus cosas, de lo contrario entraré yo. —amenazó— Rápido.

( ... )

Eran cerca de las ocho, y aunque hice alrededor de treinta –sin exagerar– llamadas al Kim, éste seguía sin contestar, mandandome a buzón en todos los estúpidos intentos. Inevitablemente, me sentía como una idiota, él se había ido sin siquiera tener la decendia de avisarme. De acuerdo, ningún niño que fue acostumbrado a una vida llena de lujos podría acostumbrarse al cien por ciento a una vida aquí, un barrio carente de sus comodidades.

Pero tenía la ilusión de que a SeokJin le gustase estar conmigo, antes de él me sentía sola aquí en casa. Mi padre trabaja todo el día en el taller, y yo para distraerme a veces también pasaba el tiempo ocupada de la misma manera, arreglando los autos de los competidores en las carreras o ayudando a los vecinos. SeokJin me hizo sentir diferente a todo eso.

No encuentro las palabras para describirlo.

—Mierda. —gruñí, las lágrimas se acumulan a los costados de mis ojos.

No tuve más opción que irme sin él, resignada.

Su chófer personal, el mismo que lo trajo hace dos meses atrás, fue el mismo que se llevó sus pertenencias en unas tres maletas. No me dio explicaciones del asunto, partió con una expresión fría en su rostro y un simple: 'Me encargaron que lo haga.'

¿Jin me extrañará? Porque yo ya lo extraño.