Algo diferente. (Metal Family)

1- Un nuevo comienzo.

✰ Ride- Lana Del Rey ✰

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No había palabras para describir el encanto que tenía una chica de 16 años de edad cuando miraba por la ventana del auto en movimiento, apreciando el pacífico paisaje que podría otorgarle la pequeña ciudad en donde empezaría una nueva vida. El cambio no la tenía triste, es más, el silencio que le ameritaba a ella y a su entorno le eran agradables y las sensaciones que la acompañaban no eran más que un cosquilleo en el estómago que se reconocía por la ansiedad.

Se removió ligeramente en su propio asiento en un intento de calmar el sentimiento que la invadió desde el comienzo del viaje, sabía a la perfección que la acción no apaciguaba nada y lo consideró como algo que cualquier persona sentiría si estuviera en sus zapatos. El ser humano desde el principio de los tiempos siempre le ha temido a lo desconocido y a Maxine no le parecía la excepción en este caso, por ello, optó por dejarse llevar por la ansiedad que la consumía sabiendo que luego de estar por un tiempo considerable en su nuevo hogar podría desaparecer por completo.

— ¿Cómo vas, cariño?

Aquella pregunta pudo interrumpir el hilo de sus propios pensamientos debido a la fuerte y grave voz que tenía su padre, lo cual la castaña no pudo evitar darle una sonrisa tranquilizadora a través del retrovisor del auto, acción que su progenitor también le devolvió a ella.

— Todo bien por ahora, — le contestó mientras se ponía en medio de los dos asientos delanteros, en donde el copiloto lo ocupaba su madre— ¿Puedo saber cuánto falta?

Su madre se giró para verla y dejar que su esposo condujera tranquilo por la solitaria calle que los acompañaba en ese momento, revolvió el pelo de Maxine y con un inglés americano tan nativo y profundo que le caracterizaba a su país le respondió:

— Ya no queda nada, mi amor, así que no te preocupes— le guiñó un ojo, volviendo acomodarse en el asiento del copiloto.

Max asintió y volvió su vista hacia el pacífico paisaje, concentrándose nuevamente en sus pensamientos, sin embargo, su mente la invadía con otras preguntas que seguramente respondería en un futuro no muy lejano: ¿Hará amigos? ¿Se sentirá bienvenida? ¿Cómo serán sus clases, sus materias? ¿Se acostumbrará a su hogar?

Obviamente, ninguna tuvo una respuesta concreta y aquello la hacía ansiar más, ya quería empezar la escuela y hacer amigos.

Cómo voy a extrañar Vermont. Pensó.

Ahora que lo meditaba mejor, si existía una parte mala de tener que alejarse de su país natal: dejar una vida entera de conocimiento y llena de conexiones. Extrañaría a sus amigos, a sus familiares, a como su abuela le preparaba una sopa cuando la visitaba los fines de semana, o como podía sacar las verduras ya maduras de su jardín. Anhelaría el paisaje de la pequeña ciudad y también como podía respirar el aire fresco cada vez que llovía...

Todo sería desde cero, lo que la conllevaba a sentir un poco de preocupación de cómo tendrían que ser las cosas desde ahora en adelante, pero no fue un pie para rendirse, se mantenía fuerte y determinada a continuar con un nuevo capítulo en su vida.

Además, ¿Cómo continuaría viviendo en el mismo lugar en dónde su vida cambió completamente?

Soltó un suspiro dejando ir cualquier clase de tensión cuando se dio cuenta de que el auto reducía su velocidad hasta dejarlos estacionados frente a una casona que podría considerarse la maravilla de una revista y la envidia del barrio. La chica pegó un grito mental de sorpresa, pensando que con eso calmaría ahora todos los nervios que la atacaban, pero no, necesitaba pegar un grito fuerte, uno lleno de euforia que seguro despertaría a medio vecindario.