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La mañana recién había comenzado cuando el pequeño Yang abrió los ojitos, parpadeó un par de veces antes de acostumbrarse a la escasa luz que se colaba entre sus cortinas con diseños de gatitos. El silencio invadía su hogar a esas horas; sentándose sobre el colchón tomó las barandas de su cuna entre sus manos, haciéndolas un puño que le ayudaría a mantener su agarre, y así dando el impulso necesario para poder levantarse, observó un momento la puerta, como si esperara que sus padres entrarán por ella a rescatarlo, pero eso no pasaría si él no lo pedía.

"No quiero llorar tan temprano, le hace mal a mi garganta"

Felix espero algunos segundos, los papás lo sabían todo ¿No es así? Ellos podían saber cuando estaba despierto y cuando no. Pero quizás sus papás estaban dañados porque los segundos seguían pasando y no entraban por él.

"Bueno, estos pañales no se cambiarán solos"

Páááá — hizo un primer intento, la verdad no tenía ganas de fingir un llanto por el momento.

El silencio seguía presente en el ambiente, quizás no lo habían escuchado.

Papáááá — segunda oportunidad.

Había escuchado a tantos adultos desear volver a su infancia, o cuando lo miraban relajarse en el patio dentro de su nuevo piscina de plástico, decían querer volver a ser unos pequeños cachorros, ¡Pero no! No es tan fácil como piensan, comenzando con ni siquiera poder salir salir de lugar donde dormía agregando el pañal que comenzaba a pesar; Felix ya deseaba crecer.

Los bebés eran guiados por instintos la mayoría de las veces, el puchero del bebé temblando estaba indicándole que alguna de sus reacciones instintivas estaba por acercarse.

"Chale, y yo que quería que se despertaran bonito"

Pero antes de dejarse llevar ante lo que su mente de bebé y cuerpecito le pedían, pensó un poco, ¿Cómo era que su papi Chan llamaba a su papá In cuando no lo escuchaba? No perdía nada con intentarlo.

¡Tontoooo! ¡Toontoo!

Esa vez gritó lo más que podía, cansado de que su esfuerzo no fuera valorado por sus ingratos padres que no entraban de una buena vez para envolverlo en sus brazos y darle su besito de buenos días.

El cachorro miro expectante y finalmente aplaudió feliz cuando la puerta se abrió ante sus ojos, ya era hora de que alguien hiciera caso. Su papi Christopher entró con un ojo abierto y el otro intentando estarlo, caminando con un poco de lentitud se dirigió a su cuna donde este la lo esperaba con los brazos abiertos.

El omega lo tomó, encajando sus piernitas solo un poco arriba de su cintura para tener un mejor agarre.

— ¿A caso estabas gritando "tonto"? — preguntó si padre con la voz ronca al recién levantarse.

— No — respondió con total seguridad el pequeño.

— ¿No? — rió un poco el otro por su respuesta, Feliz nunca dejaba de sorprenderlo.

Abrió la puerta de la habitación para por fin salir del al que Felix le huía la mayoría de la veces, sabiendo que allí estaría solito porque solo la usaba para dormir.

— Feliz cumpleaños mi amor — dijo el omega, besando su mejilla repetidas veces, a veces su naricita — Un se pasa demasiado rápido, a esta hora ya sentía los dolores.

"¿Cumpleaños? Creo que lo escuché antes, ¿Pero es mío? ¿Es mío 'cumpleaños'?"

— No crezcas tan rápido que a papi le duele el corazón de solo pensarlo.

Christopher le hablaba comentándole cada cosa que se supone que pasó hace un año atrás y también sobre el lindo hanbok que le había comprado para lucir más tarde cuando recibiera a sus invitados. Entraron al cuarto donde su padre se estiraba entre las sábanas, al parecer a despierto, el omega se acercó para dejarlo allí sentado al lado de alfa en tanto buscaba las cosas necesarias para cambiarle ese molesto pañal.

Jeongin paso uno de sus largos brazos sobre el cuerpo de su hijo, arrastrándolo hacía él para poder dejarle un besito sobre su cabeza, esta era su parte favorita de la mañana, no podía faltar un cariño por parte de sus padres.

— Felix estaba gritando "tonto", seguro fuiste tú el que se lo enseño — le dijo Chan a su esposo, tirando del piecito de su hijo, para así poder recostarlo sobre el colchón y deshacerse del pantalón amarillo que estaba usando.

Jeongin apenas bostezó, ignorando las palabras del menor.

— Hey papá, ¿No hay algo que debas decirle a tu hijo? — siguió hablando el omega.

Jeongin frunció el celo, ¿En serio Christopher pensaba que su cerebro funcionaba tan bien cuando apenas despertaba? Primero necesitaba sentarse en el borde de la cama, mirar uno de sus zapatos como si hubiera descubierto una galaxia en el, y luego de que ya hubiera reaccionado debía tomarse un sorbo de café frío. Sin embargo intentó recordarlo para observar la paz mañanera de ese día.

— Oh Felix, felicidades por decidir que ya era hora de despegarse del pecho de tu papá, créeme que te espera un mundo de mejores sabores — respondió el alfa.

"Gracias viejo, no fue una decisión fácil"

Chan cerró el pañal nuevo que le había colocado al bebé que estaba más concentrado en babear su propia manita, y le dirigió una mirada a su esposo, un tanto incrédula.

Jeongin reaccionó de inmediato, cuando ese precioso ojos se entrecerraban sabía que si omega no estaba pensando en cuanto lo amaba precisamente.

— ¡Solo juego! — se defendió — Por supuesto que sé que esté terremoto andante se está poniendo más viejo.

"¿Viejo? ¿Cómo así?"

Lo siguiente que supo es que estaba en brazos del alfa, recibiendo más de esos besos que decía amar, todos entre palabras que profesaban el amor que ambos de sus padres sentían por él.

Una hermosa etapa estaba dando inicio en su joven vida y ni siquiera estaba al tanto de ello.

— ¿Podemos desayunar algo con chocolate solo por está vez? — pidió el alfa, abrazándose al pequeño, quién al escuchar chocolate hizo lo que su papá In ya le había enseñado, puchero y ojitos tristes.

Chan seguía sin poder creer como Jeongin le enseñaba tales cosas, pero debía admitir que está vez le había llegado al corazón.

— ¿Quieren pastel o galletas?

Mientras Jeongin y Felix celebraban se sintió aún más atacado ante su ternura, desde que vio aquella prueba con resultado positivo supo que esto era a lo que estaba destinada su familia, a estar llenos de felicidad, a que cada día fuera una aventura al lado del hombre que amaba y el fruto de tantos años amándose mutuamente.

Caminando los tres juntos hacia la cocina sintió como el mayor tomó su cintura deteniendo su andar solo con la intención de dejar un beso en su mejilla.

— ¿Y si tenemos otro? Este ya camina y dentro de poco estará reclamándonos porque quiere más privacidad.

Christopher lo empujó por lo dicho, era un día bastante ocupado como para pensar en ese tipo de cosas.

¿Otro qué?— se preguntó Felix.













***

Hemos llegado al final mis queridos lectores

Pero no sé preocupen aún quedan el epílogo y los extras

Cualquier error ortográfico háganmelo saber

kookgiYoon-saira 🐣🍼

𝗕𝗮𝗯𝘆 𝘁𝗵𝗼𝘂𝗴𝗵𝘁𝘀 || JeongChan [Adapt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora