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La pareja que vestía colores cálidos estaba tomada de la mano mientras avanzaban hasta la salida de Encanto, la persona que les guiaba hasta su hija iba en frente de ellos.
Solo unos pasos más y al fin pudieron entrar en aquella cueva.
Pepa: Podré ver a mi bebé
La mujer estaba emocionada, no podía esperar por tener de nuevo a su querida niña en brazos.
Hernando: Dentro de poco llegaremos, tengan paciencia
Los tres caminaron por la oscura cueva, todo iba en silencio hasta que al fin llegaron a la salida.
Hernando: Señores, permítanme presentarles la entrada al inicio de su nueva vida
El hombre apartó los arbustos dejando ver la salida de la cueva, la pareja se acercó a esta, observando maravillados las luces que se encontraban al pie de la montaña.
Pepa: Es hermoso Hernando: Algo así Félix: ¿Esas son velas? Hernando: Mmm no, pero creo que con el tiempo ustedes pueden acostumbrarse a este lugar Pepa: Haremos el intento Félix: Si, confía en nosotros Hernando: Mmm muy bien, vamos, tenemos que ir a mi casa, si no voy con ustedes mi esposa seguro que me deja puertas afuera Félix: Parece tener carácter fuerte, verdad Pepi
Félix sonreía con algo de burla, mientras tocaba el brazo de su esposa, la cual con una sola mirada le hizo borrar aquella sonrisa.
Félix: Lo siento Pepi Hernando: Hay que seguir el camino de aquí en adelante, no se preocupen
Pepa Tomi sus maletas y se adelantó un poco, siendo seguida por ambos hombres.
Hernando: Creo que tú y yo nos vamos a llevar bien, jaja, a los dos nos gobiernan nuestras esposas Félix: Si, tienen un carácter uff Hernando: Ni que lo digas Pepa: Los estoy escuchando
Ante el fuerte tono de voz usado por la mujer ambos hombres se encogieron en su sitio.
Félix: Perdón cariño Hernando: Lo mejor es que cierre la boca
Los tres bajaron con cuidado de las montañas, al llegar al pueblo los dos Madrigal no pudieron evitar abrir la boca por la sorpresa.
Félix: ¿Cómo es que Hernando: Los avances que han habido desde que ustedes fueron encerrados en esas montañas, vamos
Hernando empezó a guiar a sus nuevos compañeros, pensaban ir a la casa directamente, sin embargo no pudieron cumplir con el plan inicial.
Hernando: Ese es
Los ojos de Hernando se clavaron en su hijo, el cual estaba metido en una tienda llena de máquinas de videojuegos y juguetes.
Hernando: Oh no, Carlos!!
Le llamo, pero no obtuvo respuesta.
Hernando: Por favor, esperen un momento
Pepa y Félix miraron extrañados a su guía, el cual después de haberles dicho esto salió corriendo en dirección a la tienda.
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Carlos se encontraba viendo a su nueva hermana jugar en una máquina grúa, la pequeña trataba de conseguir un peluche en forma de camaleón pero no podía conseguirlo.
Mirabel movía con sus manitos los controles de la máquina, sus ojos brillaron con alegría cuando la pinza tomo al peluche, ella con cuidado movió el control para poder obtener su premio, estaba emocionada, pero todo se fue a abajo cuando de un momento a otro la pinza soltó el peluche, la niña se alejó de los controles y sus lindos ojos avellana se empezaron a llenar de pequeñas lágrimas por su intento frustrado de conseguir aquel peluche, fue en ese momento que el niño dejo de observar y decidió entrar en acción.
Carlos: No llores princesa, todo estará bien, ¿Quieres aquel peluche?
La Madrigal asintió mientras Carlos limpiaba las pocas lágrimas que habían resbalado por las mejillas de la menor.
Carlos: Lo tendrás Mirabel: Pero yo no Carlos: Te lo voy a conseguir, es mi palabra como hermano mayor
El niño le brindó una sonrisa a su "hermana pequeña" antes de acercarse a la máquina e insertar un poco de dinero para empezar a jugar.
Carlos: Tienes que mover aquí, pulsar aquí y luego presionar aquí y gualá
El niño se agachó para tomar el peluche y se lo entrego a Mirabel.
Mirabel: ¡¡Gracias!! Carlos: Es un placer conceder los deseos de mi amada princesa
El niño beso el dorso de la mano de su pequeña hermana y le revolvió el cabello en forma de juego.
Mirabel: Ey Carlos: Jajaja vamos, es hora de regresar a casa
En ese momento el niño fue elevado al aire por unos brazos.
Hernando: Se puede saber que haces aquí muchacho Carlos: Ay, sueltame, solo estoy con mi hermana!! Hernando: Pero si tu no tienes
Los ojos verdes del hombre se posaron en la niña.
Hernando: Ahora entiendo
Con cuidado bajo a su hijo.
Hernando: Mirabel te tengo una sorpresa
La niña se escondió tras su "hermano mayor".
Carlos: La asustas viejo Hernando: Más respeto por tu padre chiquillo
Carlos le saco la lengua en forma de reproche y Hernando solo pudo suspirar, muchas veces se arrepentía de haber decidido tener un hijo pero que se podía hacer.
Hernando: Vamos, les tengo una sorpresa
El mayor se llevó a los dos niños al parque, lugar donde se encontraban Pepa y Félix esperando.
Mirabel caminaba pegada a Carlos cuando vio a sus padres, de inmediato de separó y fue corriendo a abrazarlos.
Mirabel: ¡¡Mami!! ¡¡Papi!!
Los dos adultos voltearon y de la misma forma corrieron para abrazarla.
Pepa se arrodilló y recibió a su hija con los brazos abiertos mientras Félix las abrazaba a las dos, de nuevo estaban juntos y ahora nadie los iba a separar.
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