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Las chicas después de hablarlo un rato decidieron que era hora de ir a dormir asi que todas se fueron a sus habitaciones que les asigno tzuyu, solo que no contaban con un pequeño inconveniente, que jihyo no tenia donde dormir y las chicas ya se habian ido a acostar y no queria despertarlas.

— que haces ahi?— dijo tzuyu al verla aun en la sala.

— yo... se supone que dormiria con dahyun pero... bueno ella esta con sana...— dijo con una mueca y tzuyu asintio.

– Duerme en mi cuarto — no sabe por que lo dijo pero se asusto de ver al cara de asombro de jihyo, aprecia que de nuevo le sangraría la nariz.

– n-no como crees, tu debes dormir en tu cama, yo dormire aqui o en el suelo, solo un par de cobijas y listo...

— vamos, no te estaba preguntando, dormiras en mi cuarto— tomo su mano y la arrastro con ella a su habitación. Jihyo se sentia en el paraíso, aun seguía sin creer todo lo que estaba pasando. Al llegar a la habitación de tzuyu, jihyo la miro detenidamente, era linda y con colores opacos— de que lado quieres dormir?— jihyo señalo el derecho y asintio.

Se metieron a la cama y se acostaron a cada lado, las dos estaban nerviosa. Una por que no podia creer que estaba acostada en la misma cama que Zhou tzuyu y la otra por que la chica junto a ella se le hacia muy linda y su presencia la ponia nerviosa, aparte que jamás había dormido con una desconocida en la misma cama.

Las dos trataron de ignorar esos pensamientos pero no lograban hacerlo. Jihyo escucho que tzuyu suspiro y la volteo a ver girando su cuerpo y quedando de lado.

— no puedes dormi?— Tzuyu nego— quieres que te cante?— Tzuyu fruncio el ceño y la volteo a ver.

— eso no me quitaria mas el sueño? aparte, sabes cantar?

— mi abuela me decía que en un futuro seria una excelente cantante, de pequeña me gustaba mucho cantar, asi que... podria decirse que si— se alzo de hombros.

— como sea... — dijo regresando a su pocision anterior y cerro los ojos.

En eso escucha como jihyo comienza a cantar una canción para dormir y se sorprendió al escuchar su dulce voz. Jihyo no cantaba nada mal, al contrario, su voz parecia como si un ángel le estuviera cantando en el oido. Su voz era excepcional y Tzuyu se comenzaba a relajar con simplemente escuchar la dulce voz de jihyo. No tardo mucho para que Tzuyu se quedara dormida y jihyo junto a ella.

Jihyo jamas le haba cantado nadie aparte de sus abuelos, le daba pena asi que no lo hacia frente a las demás personas, Tzuyu era la primera persona en escucharla aparte de sus abuelos, era raro ya que no la conocía pero la hacia sentirse segura y por eso lo hizo.

(...)

A la mañana siguiente sana abría los ojos lentamente, tomándose en tiempo de procesar todo lo que había ocurrido la noche anterior. Una sonrisa se dibujó en sus labios y giró su cabeza para mirar a Dahyun. La pelinegra estaba dormida boca abajo, sana se acomodó de lado y recargó su cabeza sobre sus brazos. Se quedó mirando a Dahyun dormir, tenía sus labios entre abierto y su ceño ligeramente fruncido.

Apartó un mechón de cabello de su rostro pasándolo por detrás de su oreja y descanso su mano sobre la mejilla de Dahyun, con su pulgar comenzó a dejar leves caricias sobre su mejilla. Su vista se posó en sus labios y delicadamente los contorneó con su  dedo.

Dahyun quien estaba dormida comenzó a despertar cuando comenzó a sentir un ligero cosquilleo en sus labios y mejilla. Sabía que era sana, así que simplemente se quedó quieta disfrutando del toque que sana le daba.

— eres tan linda hasta durmiendo... aunque si sigues frunciendo el ceño así te saldrán arrugas— dijo mientras acariciaba su entrecejo con delicadeza y Dahyun comenzó a relajarlo— mejor...— soltó una pequeña risita de garganta y después se acercó a ella para dejar un pequeño beso sobre sus labios.

Dahyun se sorprendió al sentir los labios de sana, no pensó que la besaría pero aún así sonrió en el beso.

— si voy a despertar así todos los días, entonces valió la pena hacerte esa promesa hace años— dijo abriendo los ojos y mirando a sana frente a ella con una sonrisa.

— estabas despierta?— dijo mirándola asombrada. Dahyun sonrió y asintió— desde cuando?

— desde que manoseaste mi cara— dijo y sana frunció el ceño.

— no te manosee...— dijo con un puchero alejando su mano pero Dahyun la tomo antes de que se alejara.

— manoséame todo lo que quieras, eres mi prometida o no?— asintio y sonrió al recordar que de verdad se casaría con ella— entonces puedes hacerme lo que quieras, manosearme, golpearme, besarme...— jalo de su brazo y se acomodó sobre la cama atrayéndola hacia ella y uniendo sus labios en un tierno beso. Rieron cuando por la fuerza en la que jalo a sana ella cayó sobre su pecho.

Se continuaron besando, era lento y lindo. Sana jamás había experimentado este sentimiento, se sentía bien, se sentía feliz, se sentía ella misma...

El beso comenzó a subir de intensidad, sana se acomodó sobre las piernas de Dahyun, quien en cuando sana se subió sobre ella colocó sus manos sobre su cintura.

Mientras se besaban sana sintió que algo golpeaba contra su pierna y se serpeado del beso mirándo a Dahyun fijamente. Quien en cuanto sana se removió se sonrojó por completo.

— sana yo...

— lo se— Dahyun frunció el ceño confundida.

— lo sabes? Desde cuando?

— desde que éramos niñas—Dahyun se acomodó en la cama sin bajar a sana de ella. Se sentó y recargo sobre el respaldo de la cama.

— es raro? Digo... no crees que es extraño o horrible? No te incomoda? — sana nego.

— tendría que?, dahyun, te amo, te amo tal y como eres y no me importa que seas así, digo, si no me importo cuando niñas por que ahora si?—Dahyun la miro con una sonrisa y busco sus manos para entrelazarlas.

— te amo— dijo para después besar sus manos y estirarse para besar sus labios. Se quedaron besando un rato y se separaron por falta de aire.

Sana se recargó sobre el pecho de Dahyun quedando en una posición bastante linda y cómoda para las dos. Dahyun jugaba con las manos de sana mientras la veía recostada sobre su pecho. Las dos se sentían en paz, sin nada que las molestara o perturbara, sin obligaciones, managers, nada de lo qué pasará a su arderedor o fuera de esa habitación importaba en ese momento. Ahora Solo importaban ellas dos,  compartiendo un adorable y cálido momento que tenía tiempo que no tenían.

Estaban experimentando una sensación nueva y eso les gustaba, les gustaba el cómo las hacía sentía la otra, el cómo su corazón se aceleraba cuando se veían, como nada más importaba cuando estaban juntas. Y así era, mientras estuvieran juntas nada más importaba.

Sana podía escuchar como el corazón de Dahyun palpitaba con rapidez, parecía que quería salirse de su pecho y eso la hizo aún más feliz.

Promise [saida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora