Capítulo 2

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El barco tenía muchos espacios donde era fácil pasar desapercibido porque, además de personas, llevaba carga. Jongin no estaba muy bien y seguía mareado por el movimiento del barco pero, aún así, eso no le impidió acorralar al sospechoso campesino en una esquina olvidada. Tenía que hacer algo al respecto. Si se trataba de un estafador, era su deber tenerlo y entregarlo. Si sus intenciones eran buenas y tenía un propósito positivo, era su deber ayudarlo. Eso sin contar con la necesidad que tenía de averiguar la historia del extraño muchacho. La curiosidad era grande. Muy grande.

–Me iré sin causar problemas– aseguró Kyungsoo viéndose atrapado.

–Demasiado tarde. Me gustaría saber por qué un hombre de aparente casta baja le habla al hijo de un ministro sin el más mínimo respeto, como si se tratara de un igual. ¿Acaso tienen esa costumbre en tu casa?– Jongin respiró hondo. –¿Debería buscar a los Do, la familia a la que dices servir, para preguntar por qué sus sirvientes actúan de esta manera?

Kyungsoo cerró los ojos y se dio cuenta de lo que su imprudencia había causado. Meses de planificación estaban por desmoronarse porque no pudo controlarse y se acercó al atractivo muchacho. Debía dejar eso atrás y ser inteligente, buscar la manera de esquivar la situación y no volver a dejarse ver por ninguna otra persona. Si podía esconderse con unas pocas provisiones hasta llegar a tierra, estaría a salvo.

–Está bien, yo... mentí. Inventé lo de la familia Do. No tengo nada que ver con ellos– murmuró el muchacho e intentó escapar de nuevo, pero el largo brazo de su inapropiada compañía bloqueaba su paso. Su muñeca fue atrapada y un forcejeo no era una opción.

–Eso supuse. Por eso ahora debo averiguar quién eres y por qué estás en este barco. Evidentemente no eres un campesino, pero un noble no se rebajaría a algo como esto y tendría compañía. A menos que... seas un espía. Podrías estar escapando después de cometer algún crimen. He escuchado muchas historias.

El silencio se mantuvo por demasiado tiempo. Jongin notó que si se descuidaba, en cualquier segundo su prisionero podría escapar. Así fue como usó su propio cuerpo para mantenerlo a la raya. El problema de aquella postura era que se había vuelto demasiado cercana y hasta comprometedora. Sin notarlo, sus rostros estaban muy cerca el uno del otro y Kyungsoo se frustró por las sensaciones que le provocaban, era vergonzoso. Le costó demasiado mantener la calma y no lanzarse sobre el otro hombre como un animal salvaje. Y no necesariamente para atacarlo. O, tal vez, sí... pero de una manera que no quería considerar.

–Voy a desaparecer. Lo juro– Kyungsoo no sonaba desesperado, pero lo estaba.

–Creo que eres una buena persona. Puedo verlo en tu mirada. Si tus razones son buenas, podría hasta ayudarte. Dime, ¿cuál es tu historia?

El hijo de los Do lo notó en ese momento. Aquel joven era amable, considerado y suave. No podía confiar en alguien como él, pero manipularlo no podía ser muy difícil. Tal vez sólo bastaba una mentira blanca para salvarse. No parecía del tipo de persona que hacía daño a los demás.

–Bien, pues... mi padre era dueño de... un negocio– comenzó diciendo. –Pero los japoneses se lo robaron todo. Las tierras ya no nos pertenecen. Estoy forzado a buscarme la vida en otro lado y me niego. Por eso prefiero morir luchando que rendirme ante ellos.

–He escuchado lo de las tierras, es una situación complicada. Sé que es difícil y lo siento mucho por tu familia– la sinceridad de las palabras de Jongin provocó que el otro chico se mordiera los labios, era decididamente adorable. Por esa razón intentó apartarlo, pero había actuado demasiado pronto y fue inmovilizado de nuevo. –Lo lamento, pero no podrás irte mientras yo no me sienta satisfecho con la información que me des. ¿A qué te refieres con que prefieres luchar?

Naufragio ║Kaisoo ║Kaisoo Fest: Retro Love ║ The 90'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora