Capítulo 5

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Los encargados de Kim Jongin no entendía por qué el joven maestro actuaba de esta manera. Toda la vida había sido un muchacho muy dócil, educado y agradable. Cumplía con sus obligaciones y con lo que se esperaba de él sin rechistar. Y, en una situación de vida o muerte como la que estaban viviendo, pataleaba y se escabullía para alcanzar a otro muchacho que parecía estar en circunstancias parecidas. También era arrastrado por los integrantes de su corte que quería salir de esa trampa mortal en la que se encontraban a ir a los botes salvavidas antes de que fuera demasiado tarde.

Pero no había suficiente espacio para todos los ocupantes y, mientras más tiempo se demoraran, menos probabilidades tenían de sobrevivir. La gente de los Do y de los Kim no podían marcharse sin sus los adorados hijos de los patriarcas, pero tampoco querían morir por los ataques de los japoneses en el mar. Al final decidieron que lo más inteligente era dejar que se acercaran y hablaran, en el peor de los caso podían huir todos juntos y dar explicaciones cuando llegaran a tierra.

–¡Jongin!– gritó el chico al ver que el muchacho finalmente podía acercarse a él. Se lanzó a sus brazos y rogó por perdón. –Quise decírtelo muchas veces, pero fue muy difícil. Nunca debí decirte nada ni involucrarte por esto... debí simplemente dejarte en paz.

–No pasa nada, no pasa nada– el más alto de los dos lo consoló acariciando su cabello. –Debemos irnos de aquí pronto.

Un segundo estruendo se escuchó y el barco se movió violentamente. Habían sido atacados otra vez y, para empeorar la situación, el agua estaba empezando a colarse en la nave. Todas las personas que habían estado paradas en cubierta terminaron cayendo al agua o golpeadas contra alguna parte del barco. Jongin abrió los ojos después del impacto y notó que, además de la sangre en su frente, podía sentir que el agua le llegaba hasta la cintura. La desesperación lo invadió. Empezó a buscar a Kyungsoo gritando su nombre y lo vio colgado en una parte del barco. Tuvo que arrastrarse para llegar hasta él.

–¡Kyungsoo! ¡Mírame! ¡Responde!

–Creo que.... tengo algo roto. Me duele demasiado.

–Tranquilo, tranquilo... no pasa nada. Si tuvieras algo roto no podrías con el dolor. Lo mejor ahora es saltar.

–¿Saltar?– Kyungsoo negó con la cabeza. Parecía una idea descabellada.

–Hay todavía muchos botes salvavidas abajo que nos aceptarán por las ropas que llevamos, ¿entiendes? Nos llevarán a tierra y podremos escapar.

–Pero yo debo encontrar a la gente de...

–Lo sé, no importa. Iré contigo, ¿te parece? Iremos y ayudaremos a nuestra gente a superar esto y seremos independientes. ¿Qué opinas? Debemos vivir para poder huir juntos, ¿comprendes?

Kyungsoo acarició el rostro de Jongin y lo miró con los ojos llorosos, asintió con la cabeza y dejó que su amado lo ayudara a incorporarse. El agua estaba cada vez más arriba, permanecer dentro del barco era arriesgarse a más peligros. Con dificultad lograron avanzar hasta poder quedar en el agua propiamente dicho. Se aferraron a cualquier residuo del barco que los ayudara a mantenerse a flote.

–¿Te duele demasiado?– quiso saber Jongin. Estaban aferrados a lo único material que parecía flotar en el agua y que no eran capaces de reconocer.

–No importa ahora. Perdóname.

–Kyungsoo...

–No debí meterte en esto. Deberías estar con tu gente yendo a salvo a Japón y no arriesgando tu vida para evitar que yo me hunda. No mereces esto. No debiste haberme conocido.

A Jongin le tembló el mentón y respiró hondo. Le fastidiaba lo que escuchaba. Él estaba muy conforme con lo que había pasado. Su vida monótona, aburrida y sumisa era insoportable. Esos días con una persona tan entusiasta, comprometida e increíble como Kyungsoo le había hecho más feliz que nada en el mundo. ¿Cómo podía demostrárselo? ¿Cómo podía hacer entender que su perspectiva le había dado una vuelta a sus pensamientos y a sus sentimientos? No había palabras para expresarlo, así que lo demostraría con hechos. El chico, que en general no tomaba mucho las iniciativas porque era Kyungsoo siempre en entusiasta con el contacto físico, se acercó para besarlo. No le importó que estuvieran ahí, a plena luz del día, a la vista de cientos de personas. Esa gente no se iba a molestar en notar lo que hacían porque estaban demasiado ocupados intentando sobrevivir.

Naufragio ║Kaisoo ║Kaisoo Fest: Retro Love ║ The 90'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora