Epílogo: Siempre

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El tiempo comenzó a pasar en el pequeño departamento de Conner en Kansas. Dick, Wally, Artemisa, Kaldur y Will se turnaron para pasar las noches y cuidarlo de día remodelando en el proceso todo el lugar. Al principio, Conner no quiso saber nada y siguió suplicandoles que lo dejarán, pero ninguno de los cinco cedió, y poco a poco se fue acostumbrando a su precencia y cariño.

- ¿Kon? -Kaldur apareció en la cocina a las cinco de la mañana, muy desconcertado.

-Buenos días. -Conner lo saludo con una pequeña sonrisa.

- ¿Qué haces levantado? -El mayor pregunto.

-No pude volver a dormirme y pensé en preparar el desayuno para todos. -Conner se encogió de hombros. Nunca admitiria directamente que las pesadillas solo lo dejaban descansar un número limitado de horas, pero sus amigos no necesitaban que lo dijera, ya lo sabían.

-Eso es muy dulce de tu parte. -Kaldur se acercó y envolvió la pequeña cintura del menor con sus brazos desde atrás. -Muchas gracias. –

Al inició, Conner no era capaz de comer casi nada, pero con el tiempo y algo de ayuda de Batman, los cinco consiguieron que volviera a ingerir una cantidad saludable de comida.

-Ustedes han hecho mucho por mí, es lo menos que puedo hacer. -Conner murmuro.

-Eso no es cierto. -Kaldur negó. -Has hecho muchisimo por nosotros, y no tienes idea de cuan felices nos haces al estar progresando tanto, cariño. –

-Si tú lo dices. -El menor susurro, volviendo su atención a la comida en la sarten. -Puedes recostarte unos minutos más si quieres. –

-Está bien, me gusta estar aquí. -Kaldur afirmo y apoyo su cabeza en el hombro del niño en sus brazos.

-De acuerdo. -El resto del tiempo que preparo el desayuno, Conner no dijo ni una palabra.

Poco a poco, el resto de los habitantes de la casa se comenzaron a despertar desde sus lugares en los sillones o la cama y se acercaron a la cocina.

- ¡Buenos días! -Saludo Dick, completamente despierto.

- ¿Qué es lo que huele tan bien? -Wally cuestiono, medio dormido.

-Diganme que la cafetera ya está funcionando. -Artemisa pidió, arrastrando los pies.

-Por favor. -Will agregó, siguiendola.

-Conner nos preparó el desayuno. -Kaldur declaro, soltando al menor para alejar a Artemisa y Will de la cafetera. -Ahora, vamos a ayudar a poner las cosas en la mesa y luego pueden empezar a beber café. –

-Adictos. -Wally resoplo y se acercó a Conner. -Cariño, gracias por preparar el desayuno. –

-No es nada. -Conner respondió en voz baja. - ¿Puedes poner los cubiertos en la mesa? –

-Ya en eso, cielo~ -Dick cantó, abriendo el cajón de los cubiertos.

Los cinco que no estaban cocinando, prepararon todo en la mesa para recibir la comida y segundos después, Conner dejo un par de platos en el medio llenos de waffles, tocino, huevos revueltos y demás.

-Esto se ve increíble, Kon. -Artemisa alagó, antes de pegar a Wally en la mano por intentar agarrar algo sin cubiertos.

Todos comenzaron a comer, sin embargo, mientras los demás devoraban todo, Conner mastico lentamente siendo el último en terminar. Dick, mientras tanto, se ocupo de lavar los trastos, al tiempo que Kaldur los secaba y Will los guardaba.

-Yo... -Conner murmuro. -Creo que debería ir a buscar a Lobo a Monte Justicia... Me debe extrañar... -

-Por supuesto, ángel. -Will asintió. - ¿Quieres que alguno de nosotros te acompañe? –

SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora