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El atardecer, el mar, la música... los colores que iluminan Río de Janeiro mientras más cae la noche.

Brasil nos da la bienvenida mientras a lo lejos se escuchan los tambores y la música, creo que estamos en pleno carnaval brasileño.


Al llegar al hotel las chicas y yo nos preparamos para juntarnos con el equipo del FBI, cada una tiene una habitación diferente por lo que tenemos más privacidad.


Tiro la maleta en una esquina de la habitación donde me hospedaré, miro el paisaje a través del hermoso balcón, el sol da sus últimos rayos violetas mientras yo me desnudó y me preparo para un baño, estos días han sido estresantes y a mi no me conviene estresarme mucho.


Enciendo la tina y el agua tibia llena de espumas me relaja a la hora de sumergirme en ella.


Mi celular suena y lo tomo ya que lo deje en un costado de la bañera.

Recibo el mensaje de Ana quien me dice que ella y las chicas se adelantarán, texteo un "ok"
Y me desconecto por completo, sumerjo mis pensamientos en la tina, enciendo música en el móvil y cierro mis ojos.








No sé cuánto tiempo ha pasado desde que me quede dormida en el baño de espumas.
Retiro las espumas de mi cuerpo y salgo de la bañera seco mis largos mechones color miel y me coloco un albornoz sin amarar el cinturón de dicho albornoz.


Salgo del baño cuando noto que ya ha oscurecido por completo pero lo que me para en seco es la figura masculina que está sentado en una esquina de la habitación, justo al lado del ventanal.


Todo está oscuro solo ilumina la luz del baño y esta es poca.

Siento el olor a Whisky y la verdad no me intimida,al contrario el debería estarlo.

—-No se quien seas pero te recomiendo que salgas por las buenas.— le digo sin poder detallar su rostro, solo puedo sentir la loción que trae y el olor a alcohol.—Tienes hasta 5 para salir de aquí.


Le digo pero este no inmuta palabra.

El se pone de pie y su estatura me hace retroceder dos pasos, él está hacia el otro extremo y lo único que nos divide en espacio es la enorme cama en medio de la habitación.

El enciende la lámpara que está en la mesita de noche y puedo detallar su rostro.

Trago grueso e intento mantener la postura cuando el a finos pasos da la vuelta a la cama quedando a pocos pasos de mi.


—-Señor Sherwood, es usted valiente al entrar al cuarto de una dama armada y semi desnuda.—le digo en tono sarcástico.— No le han enseñado a tocar la puerta.


El me mira con suma atención como si buscará algo o más bien a alguien en mi.


—-A que diablos estás jugando.— me dice y sus palabras me toman por sorpresa.

—-De que habla.— le digo


El da dos pasos más cortando casi todo el espacio entre nosotros.

—-Cuatro malditos años buscándote para que ahora me digas que no recuerdas una mierda...

—-No se como tienes datos de mi estado clínico pero déjame decirte que eso no es legal.— le digo Pero el corta el poco espacio, dando un paso ante mi y me deja sentir su aliento, su calor y la furia que detonan sus ojos al verme.


——Te busque Alma, te busque en esos atardeceres violeta que tanto amabas.— me dice y sus palabras son dagas en mi corazón y punzadas fuertes en mi cabeza.—-Te busque por cielo, mar y tierra y ahora apareces como si nada hubiese pasado.

Alive: almas liberadas [+21] ☑️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora