Someone You Loved - CARMUEL

18 - S.G

Carla quería alejarse de mí y yo respetaba esa decisión, ella necesita un poco de espacio y estoy seguro de que después de eso va a querer estar conmigo.

No dejaba de pensar en mi pasado, de un momento a otro se me ocurrió descubrir donde se había ido esa chica.

Perdí el rastro de ella desde hace años, pero ahora quería volver a verla.

- ¿Estás ocupado? – decía Ari al entrar

-Para ti, siempre.

-No seas grosero.

Ella entra en mi oficina y aunque no tenía ganas para ella.

- ¿Qué estás haciendo?

-Quiero encontrar esa chica.

- ¿Qué chica?

-La misma de la que te burlaste durante meses, igual que Polo.

-Ay, cariño... no puedo creer que sigues pensando en ella.

No podía decidir que quería más, si preferiría estar con Carla o buscar esa chica.

-Tu problema es que siempre te fijas en mujeres equivocadas, que pena.

-Si no tienes nada mejor que decir, vete y déjame en paz.

-Yo quiero ayudarte.

- ¿Cómo?

No confiaba en ella, jamás.

- ¿Quieres encontrarla?

-Sí.

-Yo te puedo ayudar en eso.

- ¿Cuál es el precio?

-Créeme que solamente quiero ayudarte.

Por alguna razón no confiaba en ella, pero no tenía otra alternativa, tenía que hacer el pacto con diablo, lamentablemente.

AÑO 2012

El peor día de mi vida era cuando un día llegue al colegio y todos estaban hablando sobre la chica nueva, decían que se había ido, otros decían que no se había ido.

-Se fue – decía un compañero mío

- ¿A dónde?

-Se fue del colegio.

- ¿Estás seguro de eso?

-Claro, Samu...

-No puede ser.

- ¿Por qué?

Camine rápidamente hacia oficina de Benjamín, entre como un animal.

- ¿Dónde está?

- ¿Quién?

-La chica nueva.

-Ella tiene su nombre, ¿no?

-No me va bien con los nombres, pero nunca me olvido de gente buena y mala. ¿Dónde está?

-Ya sabes, ya que todos andan hablando acerca de esa noticia.

- ¿Es verdad que se fue a otro país?

-Así es.

Yo tenía ojos llenos de lágrimas, era mi peor pesadilla – estar sin ella.

Salí de su oficina caminando por pasillos y en mi mente estaban todos los recuerdos de ella, desde el día que llego.

Joder.

Yo no pude evitar el caos que realmente causo su ida, pero la amaba tanto.

¿Cómo se puede amar alguien quien ni siquiera está aquí?

Lagrimas caían sobre mi rostro y no me importa, estaba perdiendo, estaba dolido y mi corazón estaba roto.

Todo era mi culpa.

Empiece pegar la pared con las manos y llorando fuertemente, no podía soportar estar lejos de ella porque era lo único bueno en mi vida, que irónico.

De pronto un poco de fe despertó en mi cuando me di cuenta que igual aún no se había ido del país, sino solamente del colegio.

Tomaba mi moto y manejaba rápidamente hacia su casa, pero al llegar allí no vi ni un solo rastro de ella o sus padres, sino una familia mudándose a la casa, lo que me hace llorar de nuevo.