43 - C.R

220 19 1
                                    

Por fin había decidido decirles a mis padres sobre Samuel, no soportaba tener que esconder esta relación todo el rato.

Lo que no quería es que Samuel intervenga en esto.

- ¿Te puedo acompañar? – cuestiona

-Lo voy a hacer sola, lo tengo que hacer.

- ¿Y si todo sale mal?

Hice una mueca de desagrado, pero poco me importa si todo sale mal.

- ¿Tú vas a seguir de mi lado? – pregunté

Samuel frunce el ceño, se acercaba a mí.

- ¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Acaso te crees que voy a alejarme de ti tan fácilmente?

Niegue con cabeza.

-Mira, pasa lo que pasa, tú vas a volver aquí y esta siempre será tu única casa. Yo sé que tu padre me odia y tiene razón en hacerlo, pero te amo y no puedo imaginar mi vida sin ti.

-Yo también siento lo mismo por ti, era inútil alejarme porque siempre vuelvo a ti.

Junte mi frente con la suya, estábamos sintiendo pura tranquilidad por un momento.

Lo miraba en los ojos y me di cuenta de algo... este hombre será mi perdición y no me importa.

Ese día visitaba la casa de mis padres, ya me había comunicado con ellos por el teléfono, sabían que tengo algo muy importante que decirles.

En cuanto oyeron todo sobre mi relación con Samuel, el hecho que me enamore de él y que él siempre ha estado enamorado de mí, que nos amamos con locura y que queremos seguir siempre junto, no podían creer.

Por un momento estaban callados, por otro mi padre empieza hablar y sabía que no va a pasar nada bueno.

-Estás cometiendo un error, Carla – decía mi papá

¿Acaso pensé que iba a decir otra cosa?

-Ese hombre es malo, es la última vez que te voy a repetirlo.

- ¿En qué estabas pensando? ¿Eres tonta? – añadió mi mama

-Estaba pensando en mí.

Ellos seguían hablando y diciendo que Samuel no es bueno, que iba a hacerme daño.

Yo no pude seguir escuchándolos, no me importaba nada, me fui a la casa de Samuel para olvidarme de todas las estupideces que me habían dicho.

- ¿Cómo te fue? – preguntaba Samuel

Lo vi preparando algo en la cocina.

-Mal.

- ¿Tan mal?

-Peor de lo que pensé.

Samuel daba vuelta, me tomaba por la mano y lo abracé de inmediato.

-No me importa lo que dicen tus padres y a ti tampoco te debería importar, ¿vale?

Cada palabra suya era el mejor consuelo del mundo, quería hacerme sentir bien y lo lograba.

- ¿Qué huele tan rico?

-Macarrones.

-Mm, quiero probar.

-Ven...

Someone You Loved - CARMUELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora