Todas las personas tienen un límite y en ese momento mi paciencia se agotó y mis sentimientos y pensamientos cambiaron tan derrepente... nunca imaginé tener una imaginación tan...tan... fuerte... solo escuchaba un hazlo, hazlo, hazlo... no debí hacerle caso a esas voces... o tal vez si? Nunca sabré con certeza si lo que estaba apunto de suceder era un deseo o una tortura...?
Mis lagrimas se disiparon y mi mirada se quedó fija en el cajón de ese pequeño escritorio, mi mente estaba en blanco.*Hazlo, hazlo, hazlo, hazlo...*
Esas incordiosas voces, sigo pensando que...no debí hacerles caso...pero lo hecho, hecho está.
Abrí el cajón temblorosamente y me quede mirando ese pequeño tarro amarillo con lunares blancos que estaba lleno de esas cositas pequeñas y coloridas que se usan tanto, pero yo le cogí un mal uso...
Una chincheta.
Quien diría que algo tan bonito y pequeño pudiera hacer tanto daño.
Siempre que me acuerdo pienso en que las chinchetas somos nosotros las personas... tan pequeñas y sensibles, pero tan letales con un pequeño mal uso...eso es desagradable pero tan real. Las personas hacen daño sin darse cuenta, pero también pueden hacer daño queriendo, a día de hoy me sigo preguntando si todo este daño que me causan mi papá como Lucia, lo hacen queriendo o sin querer? Es extraña esta pregunta, pero si lo piensas...no tiene respuesta.
Las chinchetas tienen un uso específico pero se pueden utilizar de muchas maneras, puedes quitarte alguna cosa que se te haya pegado en la uña, puedes punzar un papel, coleccionarlas...
Pero que os parece tragártela?
Ummm un uso extraño no creen?
Agarre la chincheta. Mi mano no paraba de temblar y las malditas voces tampoco paraban de hablar, mi cabeza era un caos, no sabia que hacer, yo solo quería ser feliz... tan difícil es conseguir felicidad?Valentina: si no puedo ser feliz...porque sigo aquí?
Esa pregunta, esa estupida pregunta...hizo que mis temblores pararan y las voces se callaran.
Solo estaba yo...podía haber parado todo...pero no.
Puse la chincheta en el fondo de mi boca...nadie estaba hay para pararme, nadie estaba hay para decirme que no lo hiciese, solo estábamos yo y el silencio que se formaba a mi alrededor...
En un suspiro la chincheta bajó...y me caí...me estaba ahogando, sentía que me estaba hundiendo en medio del mar y no había nadie para salvarme...no paraba de toser ... mi boca empezó ha sangrar...Papá: PARA DE TOSER SI NO QUIERES QUE SUBA !
Tenía que haber cerrado esa maldita puerta...
En ese momento mi vida estaba sucediendo en escenas en mi cabeza, no sabría explicar lo rápido que vi todo las locuras y risas de mi vida...se veía todo tan bonito...quería volver a eso...hay es cuando me hice la pregunta más importante ha dia de hoy en mi vidaDe verdad quiero morir así?
Quien diría que con 12 años la vida pudiera complicarse tanto...
Las escaleras retumbaron y se escucharon unos pasos bastante fuertes... parecía un terremoto. Abrí los ojos y miré la puerta, me incorporé mientras seguía tosiendo y ahogándome... elPapá: AGOTASTE MI PACIENCIA
Pensé que me iba a salvar...pero, las cosas fueron de mal en peor...
Me agarro de la camiseta y empezó a estrellarme contra la pared, me golpeó tan fuertemente que mis piernas no se podían sostener en pie...
Hasta que pude hablar...o más bien, explicar algo...Valentina: la...la...ch-chin...che-ta
Papá: que estás diciendo ya !?
Lucia: creo q ha dicho q se ha tragado una chincheta.Aleluya esta mujer no es del todo tan entupida como me imaginaba
Asentí con la cabeza de inmediato
Papá: vamos al médico, y si no tienes ninguna chincheta te vas a comer por mi parte 1000 chinchetas de un golpe...
Yo estaba segura de que me la había tragado, pero eso no cambio que me asustara tanto de escuchar esas palabras salir de su boca...
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Un corazón en obras
Novela JuvenilValentina de 15 años se intenta esforzar día a día para poder lograr sus sueños y metas pero eso no es todo, ella oculta su más desdichada desgracia que sufre cada semana, día, en cada miserable segundo. Un infierno con el que convive... pero que m...