Kiss Me « WooSan

» 008 PT. 3

Cuando llegaron, los jóvenes escogieron un lugar para quemarse y que al mismo tiempo les quedara cerca del mar.

Pidieron algo de tomar pue morían de calor y charlaron un poco antes de que algunos comenzaran a meterse al agua.

Pronto, Wooyoung se levantó de su silla listo para entrar al mar, creyendo que San lo seguiría. Sin embargo, no fue así, su azabache amigo seguía sentado mirando al menor con una sonrisa.

Se acercó al mayor extrañado y se sentó a su lago, ninguno decía nada pero se sentían un poco incómodos.

── ¿No vas a entrar? ── dijeron ambos al unísono, sin mirarse.

Cuando hicieron contacto visual, rieron levemente y San negó la cabeza, divertido.

── ¿Por qué? ── inquirió el menor en un susurro, jugando con sus dedos.

── La verdad es que no tengo muchas ganas hoy ── mintió, haciendo una mueca, pensando que así se vería más creíble.

Jung hizo un puchero y se levantó, San por un momento pensó que en realidad el castaño le había creído y casi sonríe victorioso.

Casi, porque Wooyoung tomó la mano del mayor, jalándolo para que se levantara, debido a que el pelinegro ponía fuerza, comenzó a jalarlo con ambas manos, haciendo muecas y provocando risas en el mayor.

Algunos minutos después, San se rindió y se dejó hacer, haciendo que el menor estuviese a punto de caer sobre su espalda.

Todo fue tan rápido, que no le dio tiempo de reaccionar y lo único que sintió fue un brazo rodeando su cintura.

Cuando Wooyoung alzó la vista, vio a su azabache amigo con una enorme sonrisa.

── Ten más cuidado ── le guiño el ojo, sin dejar de sonreír y ayudó al menor a pararse adecuadamente.

Wooyoung ya había perdido la cuenta de cuántas veces se había sonrojado en el día. 

Sin decir más, caminaron hacia el mar tomados de la mano, entrelazando sus dedos, al llegar al agua, comenzaron a adentrarse lento.

San en realidad le tenía fobia al agua pero lo último que quería era arruinarle el viaje a Wooyoung.

── No tengas miedo, estoy contigo ── susurró el castaño y San lo miró con el ceño levemente fruncido, Jung, al ver esto, se apresuró a hablar ── Sé que tienes fobia al agua, San, no mientas.

El aludido suspiró pesado y asintió rendido, si Wooyoung ya sabía no tenía porque mentirle.

── No hay que meternos tanto ── hablo Jung ── Además, hace mucho no nado y no estoy seguro de aún saber hacerlo.

Choi soltó una carcajada.

── De acuerdo

Se quedaron un rato dentro del agua, viendo esta, donde lograban ver la arena y algunas conchas que se encontraban debajo de esta debido  los claro que era.

── ¿Eso es un pez? ── dijo Wooyoung, rompiendo el silencio que se había comenzado a crear entre ambos jóvenes, mientras señalaba el animal.

San lo miró con ternura, parecía niño pequeño, como si fuese la primera vez que saliera a ver el mundo.

── Eso parece ── contestó después el pelinegro, pero sin mirar al agua, Él estaba centrado en observar al menor, quien se encontraba a su lado aún viendo el mar, y sonriendo de oreja a oreja, provocando que sus ojitos parecieran medias lunas.

Al poco rato, regresaron a la mesa y se sentaron en las sillas, observando a los demás jóvenes, quienes se encontraban aún en el mar jugando.

──Traeré algo de tomar, ¿quieres algo? ── se levantó San, mirando expectante al contrario quien en seguida asintió, sonriendo.

Sin decir más, comenzó a caminar hacia la barra donde vendían bebidas y comida, pidió algo que los refrescará a ambos.

Al regresar, vio al castaño con otro chico platicando animadamente, e hizo una mueca.

San creyó haberlo visto en algún lugar antes.

El pelinegro tomó una bocanada de aire y se acercó a ellos.

── Hey, Woonie ── hablo Choi, depositando un pequeño beso en la mejilla de este ── toma ── le tendió su bebida y el castaño sólo pudo agradecer en un susurro, pues no entendía el comportamiento del contrario ──Oh, ¿Quién es Él, bebé? ── cuestiono, con fingida curiosidad.

Wooyoung abrió los ojos como plato ante el apodo, pero no dijo nada.

── Soy Changbin  ── replicó el otro chico, mirando al pelinegro con una sonrisa.

San no pudo evitar rodear los ojos.

── Ah, ¿en serio? ── habló cortante.

Pronto, hubo un silencio incómodo entre los jóvenes.

── Espero verte otra vez, Wooyoung ── Changbin decidió romper el hielo, sonriéndole al aludido mientras se despedía con la mano.

El pelinegro sonrió forzado.

── ¿Qué fue eso? ── preguntó el castaño cuando el otro chico ya se había alejado de ellos, mirando a su amigo, cruzándose de brazos.

San frunció el ceño.

── ¿Qué fue qué? ── inquirió, sin entender del todo.

Jung suspiro pesado.

── ¡Pues todo esa escena que hiciste! ── exclamó, fastidiado por la actitud del mayor.

── Yo no hice ninguna escena ── negó con la cabeza y tomó un sorbo de su bebida.

El castaño no podía creer lo que estaba pasando.

── Me sorprendes, San ── fue lo único que dijo Wooyoung antes de levantarse de su asiento para dirigirse con sus amigos, seguro ellos lo distraerían un rato de lo que acababa de suceder.

El aludido suspiró pesado y se acomodó mejor en la silla, observando como el castaño iba con sus amigos.

San no sabía que hacer, estaba entre pedirle disculpas o sólo dejar que las cosas se calmaran un poco, seguro terminarían hablando de nuevo, como si nada hubiera sucedido.

── Creo que deberías hablar con Él ── habló una voz a su lado.

Cuando se giró a ver al dueño, notó que era HongJoong, había tomado asiento a su lado y bebiendo de su cerveza.
Choi sólo se preguntaba cómo sabía, pero no dijo nada.

── ¿tú crees? ── inquirió el pelinegro, haciendo una mueca y miró al mayor, expectante.

HongJoong sólo asintió.

── anda ── hizo un movimiento con la cabeza, incitándolo.

Ahora fue turno del menor de asentir y le agradeció en un susurro, para luego pararse de su asiento y dirigirse al castaño.

cuando llegó con sus amigos, abrazó a Wooyoung por la espalda, asustando un poco al menor.

── Lo siento ── susurró, posando su cabeza en el hombro del menor.

Jung suspiró pesado.

── hablemos luego, ¿está bien? ── replicó el contrario, también en un susurro.

Choi asintió, algo triste e iba a separarse del menor cuando sintió unas manos detener las suyas.

── Te perdono pero tienes que contestarme unas cosas después ── dijo y giró levemente su cabeza, acercándose lentamente a la boca del mayor acortando la distancia entre ambas. Cuando ya sentían sus respiraciones mezclarse, unieron sus bocas en un tierno beso.

San sonrió entre el beso.

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