cierro mis puertas a la buena vida,
anhelar la muerte ya es un mal
pasatiempo.
Caer al hueco del infierno, me aterra y
mis iris ven mi sufrimiento en el lugar
del Mal.
Soy el descontrol en vida aunque
me gustaría estar donde reina la paz,
mi cuerpo no da más y tan sólo
quiero un poco de silencio.
Crisis de vida eterna, tengo frío y
mi piel se estremese al contacto de
la tela que me cubre. Odiando cada
pequeño fragmento de mí, amarme un día y
querer morir al otro.
¿Para qué ilusionarme? si moriré de alguna
forma, necesito mi propia felicidad y
contradictoriamente a la chica que sueño.
Quince inviernos para una primavera,
un desastre hermoso. Un tornado
de emociones negativas, caricias lastimosas.
¿Quién eres realmente? debajo de
aquellas alborotadas hebras y voz
suavemente silenciosa.
